
El ciclista esloveno Tadej Pogacar ha escrito un nuevo capítulo de su leyenda al conquistar, por quinta vez consecutiva, el prestigioso Giro de Lombardía, celebrado el pasado sábado. Esta es la edición número 119 de la clásica, donde Pogacar, defendiendo su título de campeón del mundo, demostró su dominio al atacar a 36,6 kilómetros de la línea de meta, dejando atrás a competidores como el belga Remco Evenepoel.
Con esta victoria, el esloveno se convierte en el primer ciclista en la historia en ganar la "Clásica de las hojas muertas" durante dos años seguidos con el maillot arcoíris, y en el primero en llevarse el Giro de Lombardía cinco veces consecutivas. Pogacar completó el recorrido de 241 kilómetros entre Como y Bérgamo en un tiempo impresionante de 5:45:53, cruzando la meta con una ventaja de 1:48 sobre Evenepoel y 3:14 sobre el australiano Michael Storer, quien ocupó el tercer lugar.
Este triunfo en Lombardía es el número 108 de su carrera profesional y el triunfo 94 en lo que va de temporada para el UAE Team Emirates-XRG. Con este logro, Pogacar se iguala al legendario Fausto Coppi en la lista de victorias en esta competición, solidificando su posición como uno de los grandes en la historia del ciclismo.
A sus 27 años, Pogacar ha demostrado su supremacía al alzar tres "monumentos" en 2025, tras sus victorias en el Tour de Flandes y la Lieja-Bastoña-Lieja. Nadie había conseguido una hazaña similar desde el icónico Eddy Merckx. Su impresionante carrera ahora cuenta con un total de diez "monumentos", acercándose a los once de Roger de Vlaeminck y a los diecinueve del legendario Merckx.
A pesar de que el neerlandés Mathieu van der Poel logró evitar que Pogacar ganara todos los "monumentos" del año al llevarse la Milán-San Remo y la París-Roubaix, Pogacar ha sido el principal protagonista en todas las competiciones de élite, logrando el podio en cada una de ellas y destacándose en eventos como el Mundial y el Europeo de ruta, además del Tour de Francia.
El equipo UAE Team Emirates se mostró fuerte en la prueba, brindando apoyo constante a su líder. Fue en el ascenso del Passo di Ganda donde Pogacar decidió atacar, buscando recortar distancias con el estadounidense Quinn Simmons, quien estaba en una escapada. A pesar de intentos previos por parte de otros competidores, fue Pogacar quien logró conectar con Simmons en el momento clave, despegando hacia la gloria mientras otros luchaban por seguir su ritmo.
Finalmente, Pogacar llegó a las calles de Bérgamo en solitario, sellando su gesta con un margen considerable sobre Evenepoel, quien se conformó con un segundo puesto, manteniéndose de lejos de los ataques, pero asegurando su lugar como el mejor entre los 'mortales'.
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