Los profesores creen que los acosadores se caracterizan por sentirse superiores (82,4%) y por su agresividad y falta de control (79,5%)

Madrid, 11 Sep.

El 9,4% de los estudiantes españoles admiten que ellos o alguno de sus compañeros está siendo víctima de acoso escolar presencial y/o ciberbullying, mientras que casi la mitad del alumnado (un 47%) reconoce que no hace nada frente a los casos de acoso que sufren sus compañeros.

Así lo revela el VI estudio 'La opinión de los estudiantes' publicado por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR, que ha cuantificado por primera vez el conocimiento real de casos, más allá de la percepción.

El estudio se basa en las respuestas de más de 9.300 alumnos de entre once y catorce años y de 454 profesores de centros educativos de diferentes partes de España.

El informe muestra que el acoso escolar presencial afecta al 6,5% de los estudiantes en España, una cifra similar a la de los países cercanos a España, según datos del Informe PISA. El acoso escolar es más común entre los 11 y 12 años (66,2%), en la Secundaria (57%), y no hay diferencias significativas entre géneros.

Respecto a la intervención de los compañeros ante casos de acoso, aunque el 53% de los estudiantes creen que los compañeros hacen algo al respecto, el 47% reconoce que no actúa cuando presencian a un compañero siendo víctima de acoso escolar. Además, el 53% mencionado anteriormente es un porcentaje 3,2 puntos menor que el año anterior.

"Es crucial seguir concienciando a los adolescentes sobre la importancia de no quedarse callados o reírse si presencian una situación de acoso escolar, como hemos estado haciendo con varias iniciativas de la Fundación Mutua en redes sociales. Debemos empoderarlos para que tomen partido y defiendan a la víctima; que comuniquen de inmediato la situación a padres y profesores para ponerle fin", destaca el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin.

En cuanto a la intervención de los profesores contra el acoso escolar, los estudiantes creen cada vez más que sí intervienen. En concreto, el 71,4% lo hace, lo que representa un aumento de 9,3 puntos porcentuales respecto al año anterior. Sin embargo, un 28,6% de los estudiantes aún piensa que los profesores no actúan.

Insultos, apodos y burlas son los tipos de acoso escolar más comunes (87,6%), seguidos del aislamiento (42,6%), ya sea en persona o en redes sociales. El resto de formas de acoso escolar han disminuido en comparación con el año pasado, incluidas las formas más físicas como golpes o patadas.

En este contexto, el director de Programas de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, destaca la importancia del acoso psicológico, que "aunque no deja marcas visibles, daña profundamente a las víctimas".

"En muchas ocasiones, las víctimas sufren la tortura de sus compañeros durante más de un año, generándoles traumas difíciles de tratar. Por eso es crucial la atención temprana de cualquier caso y seguir trabajando en la prevención en el aula", defiende Ballesteros.

El acoso escolar se dirige en la mayoría de los casos a un solo individuo, independientemente del sexo, pero los acosadores suelen ser varios en el 49,8% de los casos. Se mantiene el perfil de acosador del año anterior: mayoritariamente chicos que chicas, que acosan en grupo.

Las acciones o palabras (57,9%), la apariencia física (55,5%) y los problemas personales como psicológicos, discapacidades o dificultades en el lenguaje (33,5%) son las principales razones para acosar a las víctimas.

Uno de cada cuatro alumnos (26,6%) afirma que las situaciones de acoso escolar duran más de un año, el 47,3% creen que duran unos meses, y el 26,1%, unas semanas.

El estudio señala que los casos de ciberbullying, según las respuestas de los estudiantes, afectan al 2,9% de los alumnos. En este caso, la incidencia es mayor en mujeres (52%), nuevamente entre los que tienen entre 11 y 12 años (73,5%) y más en la Secundaria (56,9%).

Entre los medios por los que se experimenta ciberbullying destacan WhatsApp (71,9%), Instagram (44,8%) y TikTok (41,7%). WhatsApp es predominante en todas las etapas, mientras que TikTok es más común en Primaria e Instagram en la Secundaria.

En cuanto al uso de la Inteligencia Artificial como medio para llevar a cabo el ciberbullying, se ha utilizado en el 20,2% de las situaciones, más por parte de los hombres (27%) que de las mujeres (20,9%).

El informe destaca que uno de cada cinco profesores (20,9%) tiene conocimiento de algún caso de acoso escolar o ciberbullying en su centro educativo. Este conocimiento es más alto entre los profesores de Secundaria (65,8%).

En el 50% de los casos, el cuerpo docente tiene constancia de una situación de acoso porque el alumno afectado se lo cuenta. Esto ocurre especialmente en Secundaria, donde los profesores suelen enterarse de los casos principalmente a través de la familia.

Según los profesores, los factores clave para que se produzca acoso escolar son la presión del grupo de amigos que puede sentir un alumno por no unirse o reírse de los acosadores, la normalización de la violencia, el uso inapropiado de las nuevas tecnologías y redes sociales, y la falta de respeto a las diferencias.

De acuerdo con los profesores, los acosadores se distinguen por sentirse superiores al resto, su agresividad, falta de control, haber normalizado la violencia y problemas familiares.

Ante estos datos, las fundaciones sugieren manifestar en las aulas que el centro no tolerará el acoso escolar, establecer mecanismos de denuncia y ayuda de fácil acceso y confidenciales, visibles tanto en el centro como a través del Teléfono/Chat ANAR.

También se recomienda a los padres dedicar tiempo a sus hijos y prestar atención para detectar cualquier cambio en su comportamiento, como bajo rendimiento académico, dolores recurrentes de estómago o cabeza, aislamiento social, entre otros, y seguir una serie de pautas para actuar al detectarlo.