
En un informe reciente procedente de la Dirección General de Protección Civil, se ha emitido una alerta significativa con respecto a un esperado episodio de tiempo invernal que comenzará el próximo sábado. La previsión meteorológica, proporcionada por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), indica que una masa de aire de origen ártico se trasladará hacia la Península, generando un notable descenso de las temperaturas y nevadas en extensas áreas del territorio.
El arribo de esta masa ártica está previsto para las últimas horas del sábado, inicialmente afectando al extremo norte peninsular. Se anticipan nevadas en los Pirineos y la cordillera Cantábrica, especialmente en altitudes superiores a 900-1000 metros. Para el día siguiente, el domingo, esta masa de aire frío se expandirá a lo largo de la Península, provocando una bajada generalizada de las temperaturas, en particular de las máximas, que se mantendrán por debajo de los 10ºC en gran parte del territorio. No obstante, se prevé que el cuadrante suroeste y las zonas costeras experimenten temperaturas ligeramente más elevadas.
A medida que avanza el fenómeno, la cota de nieve descenderá a entre 600 y 800 metros, con nevadas que impactarán principalmente a la mitad norte del país, aunque no se descartan precipitaciones de nieve puntuales en zonas montañosas de la mitad sur. Las predicciones apuntan a que las acumulaciones más significativas se registrarán en las regiones de los Pirineos, la cordillera Cantábrica y el sistema Ibérico del norte.
El viento también tomará protagonismo durante este episodio; se anticipan ráfagas intensas, en particular del cierzo y la tramontana. Estas ráfagas podrían hacerse sentir con gran fuerza en el noreste peninsular, en Baleares, así como en áreas montañosas del norte, donde es probable que se produzcan ventiscas en los Pirineos y la cordillera Cantábrica. Adicionalmente, las rachas navales también podrían ser muy fuertes en varias áreas del norte y sudeste peninsular, al tiempo que se espera un temporal costero en el mar Cantábrico y en el mar Balear.
Con miras a la próxima semana, el pronóstico señala que las temperaturas continuarán su descenso y las heladas nocturnas, aunque leves, se volverán comunes en amplias regiones del interior. La situación respecto a la nieve presenta una gran incertidumbre en términos de su duración y extensión. El escenario más plausible sugiere que las nevadas podrían persistir al menos hasta el miércoles 11 de diciembre, con la posibilidad de que se prolonguen más allá de esta fecha.
Las incógnitas relacionadas con la localización de la nieve son aún más pronunciadas, lo que dificulta la capacidad de predecir con exactitud las áreas afectadas. Sin embargo, se estima que existen oportunidades de que se produzcan nevadas en cotas bajas de diversas zonas del país, con los acumulados más significativos nuevamente centrados en los Pirineos, la cordillera Cantábrica y el sistema Ibérico del norte. También se prevé que el temporal de viento y las condiciones costeras continúen influyendo en las mismas áreas durante los primeros días de la semana, incluso extendiéndose hasta las Islas Canarias.
Ante la inminente llegada de nieve y temperaturas gélidas, Protección Civil enfatiza la importancia de mantenerse informado sobre las condiciones meteorológicas y el estado de las vías, así como realizar una revisión minuciosa del vehículo. Esto incluye comprobar los neumáticos, el nivel de anticongelante y el funcionamiento de los frenos. Se aconseja conducir con precaución, extremando las medidas de seguridad y prestando especial atención a la posible formación de placas de hielo en la carretera.
En caso de quedarse atrapado en la nieve, el organismo aconseja permanecer dentro del automóvil, manteniendo la calefacción encendida y asegurando la renovación periódica del aire en el interior. Es crucial verificar que el tubo de escape no esté obstruido para evitar la entrada de gases nocivos al vehículo.
Si se encuentra en tal situación de aislamiento y requiere asistencia, se desaconseja intentar resolver el problema por su cuenta. En su lugar, se recomienda informar de su situación y, salvo que la situación se torne insostenible, esperar a que llegue ayuda. En este sentido, Protección Civil subraya la importancia de llevar ropa de abrigo y un teléfono móvil con bateria de repuesto o cargador de coche.
En lo que respecta a los vientos fuertes, Protección Civil destaca la necesidad de tener especial cuidado al conducir, particularmente en lo que respecta a la salida de túneles, los adelantamientos y cuando se crucen con vehículos pesados. También se aconseja estar alerta ante posibles obstáculos en la carretera. Además, se recomienda asegurar puertas y ventanas, así como asegurarse de que no haya objetos que puedan caer a la vía pública, manteniéndose alejado de cornisas, árboles y edificaciones en construcción que puedan presentar riesgos de desprendimiento.
Para aquellos en zonas marítimas, el organismo aconseja mantenerse alejado de las playas y de áreas bajas que puedan verse afectadas por el aumento de mareas y oleajes generados por los intensos vientos. Asimismo, se exhorta a no estacionar vehículos en áreas vulnerables al oleaje. En estas circunstancias, el mar puede volverse peligroso, arrastrando a quienes se encuentren cerca: "No comprometa su vida solo por admirar la espectacularidad del mar en tormenta", enfatiza la advertencia de Protección Civil.
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