Un grupo de cerca de 300 manifestantes se congregó este jueves en la sede de la empresa francesa de lujo Louis Vuitton, cercana a los Campos Elíseos, en el marco de las protestas contra la reforma de las pensiones. Varios de ellos forzaron las puertas y lograron entrar al vestíbulo con bengalas rojas y banderas.

Un grupo de trabajadores ferroviarios también se manifestaba cerca de la Estación de París-Lyon y marchó en comitiva por la avenida Montaigne hasta la tienda de Louis Vuitton, donde se concentraron junto a los 'chalecos amarillos' que habían forzado las puertas.

Según el diario 'Le Parisien', algunos de los manifestantes colocaron pegatinas reivindicativas en el vestíbulo, sin ingresar en otras zonas, mientras que decenas de personas esperaban fuera instando a la calma.

La Jefatura de la Policía de París ha informado que hasta el momento se han realizado 25 arrestos y se espera que esta cifra suba debido a la presencia de sujetos violentos, fundamentalmente 'chalecos amarillos' y miembros de extrema izquierda. A pesar de esto, la mayoría de las marchas se desarrollan con normalidad.

Estas escenas de tensión en el marco de las protestas en París han recordado a los incidentes del pasado 6 de abril, cuando un grupo de trabajadores ocupó la sede de la inversora estadounidense Black Rock en su camino a la Asamblea Nacional.