Una reciente evaluación de los servicios de Inteligencia británicos ha indicado que febrero ha visto una disminución en las bajas del Ejército de Rusia, lo que podría estar asociado con una desaceleración en sus operaciones militares y asaltos.

Según un informe emitido el 5 de marzo desde Madrid, se estima que, a lo largo de este año, las fuerzas rusas han sufrido alrededor de 90.000 bajas, entre muertes y heridas, en el contexto de la invasión de Ucrania, que comenzó en febrero de 2022.

Desde el inicio de este conflicto, las pérdidas rusas se aproximan a los 875.000, lo que se traduce en un promedio diario de 1.255 bajas en el mes de febrero de 2025. Este marcaje es el más bajo registrado desde agosto de 2024, de acuerdo con datos proporcionados por el Estado Mayor ucraniano.

El Ministerio de Defensa del Reino Unido ha revelado que las bajas rusas en febrero ascienden a 35.140, lo que implica una reducción de aproximadamente 13.000 en comparación con enero, que había representado uno de los meses más mortales del conflicto hasta la fecha.

Los análisis apuntan a que esta disminución, aunque aún considerable, puede ser un indicativo de la disminución en la intensidad de las operaciones rusas. Sin embargo, se anticipa que el número de bajas podría seguir superando el millar diario en marzo de 2025, con una continua ejecución de ataques de infantería en diversas frentes.