En una decisión histórica, Reino Unido se ha convertido en la primera gran economía en eliminar por completo la producción de energía con carbón. Este hito se logró con el cierre este lunes de la última central eléctrica de carbón en funcionamiento, Ratcliffe-on-Soar, ubicada en el centro del país, en Nottinghamshire. El Ministerio de Energía británico compartió la noticia a través de las redes sociales.
El ministro de Energía, Ed Miliband, destacó que el cierre de la planta marca el fin de una era de 142 años de generación de energía a partir del carbón y agradeció a los trabajadores que contribuyeron al suministro energético del país. Organizaciones como Greenpeace y Amigos de la Tierra han celebrado este logro, fruto de décadas de campañas en las que han participado.
Sin embargo, algunas voces críticas como Just Stop Oil han calificado la medida como una vergüenza para el país. Señalan que Reino Unido ha sido uno de los mayores emisores de dióxido de carbono debido a la quema de carbón y consideran que dejar de utilizarlo en 2024 es insuficiente, dada la responsabilidad del país como quinta economía mundial.
En contraposición, Greenpeace ha destacado el cierre de la central de carbón como una victoria para el clima y la salud de las personas. La organización insta al gobierno a aprender de esta experiencia y a seguir avanzando hacia una economía libre de combustibles fósiles, asegurando una transición justa para los trabajadores afectados.
Amigos de la Tierra ha reafirmado su compromiso de luchar hasta que todo el carbón quede bajo tierra, señalando que aún persisten desafíos como la extracción de carbón para la industria del acero. Ambas organizaciones están atentas a los futuros pasos que tome el gobierno británico en materia energética, apostando por un futuro limpio y sostenible para todos.
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