En un contexto marcado por la urgencia del cambio climático, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha decidido participar en la COP29 que se está celebrando en Azerbaiyán el próximo martes. Esta elección se produce tras la reciente DANA, que ha evidenciado los retos cada vez más graves que plantea la crisis climática y ha dejado secuelas visibles en varias regiones del país, como Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía.

Desde el Ejecutivo, argumentan que la asistencia de Sánchez a esta importante cumbre internacional es más relevante que nunca. En un momento crítico en el que las sociedades deben enfrentar las consecuencias devastadoras del cambio climático, su presencia en Bakú se considera esencial. Durante su mandato, el presidente ha asistido a todas las reuniones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, reflejando así el compromiso del Gobierno español con esta causa global.

Sin embargo, la decisión de no asistir a la Cumbre Iberoamericana que se llevará a cabo dos días más tarde en Cuenca, Ecuador, ha levantado algunas cejas. Moncloa ha argumentado que la prioridad actual del presidente es gestionar las repercusiones de la DANA, lo que ha llevado a esta ausencia en un foro que históricamente ha sido fundamental para las relaciones hispanoamericanas. A pesar de esto, se ha garantizado que España estará representada en la cumbre por el Rey Felipe VI, quien siempre ha tenido un rol activo en estos encuentros, y por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, asegurando que la voz de España sigue vigente en este importante ámbito diplomático.