Scania, la reconocida marca de vehículos pesados y parte del conglomerado Volkswagen, ha dado un paso significativo al adquirir la división industrial de Northvolt Systems. Esta transacción incluye una notable capacidad de producción, un centro de investigación y desarrollo (I+D) y alrededor de 260 empleados talentosos, como se detalla en un comunicado oficial.

La operación, cuyo monto no ha sido divulgado, se realiza en dos localizaciones estratégicas: una planta arrendada en Gdansk, Polonia, y un avanzado centro de I+D en Tomteboda, Suecia. Estas ubicaciones son esenciales para el desarrollo de soluciones innovadoras en el ámbito de la electrificación.

La división adquirida se especializa en el desarrollo y fabricación de sistemas de baterías dirigidos a la industria pesada y a los vehículos todoterreno. Su oferta abarca módulos y sistemas que son fundamentales para la manipulación de materiales y el equipamiento utilizado en la construcción y la minería.

Este nuevo negocio se integrará con la unidad de Power Solutions de Scania, lo que permitirá diversificar aún más su gama de productos. Con esta adquisición, la compañía busca no solo mejorar su propuesta de electrificación, sino también avanzar hacia un futuro más sostenible en el sector del transporte industrial.

Scania ha confirmado que esta división operará como una entidad independiente dentro de Scania Ventures and New Business, reforzando su compromiso de desarrollar iniciativas que mejoren su competitividad a largo plazo. “La fusión de conocimientos entre la división de Northvolt y nuestra experiencia en la industria acelerará la innovación, beneficiando a nuestros clientes en su camino hacia la transición energética”, expresó Jonas Hernlund, director de Energía e Infraestructura en Scania Ventures and New Business.

Sin embargo, la situación de Northvolt no es sencilla, ya que la empresa se declaró en quiebra técnica el mes pasado debido a la falta de financiamiento que ha puesto en riesgo su continuidad. A pesar de haber explorado variadas vías para una reestructuración financiera, incluida la presentación de un proceso de Capítulo 11 en Estados Unidos, la compañía no logró asegurar las condiciones necesarias para operar de manera estable.

Northvolt había sido considerada la gran promesa europea en la carrera por competir con los gigantes chinos en la producción de baterías eléctricas. Sin embargo, enfrenta severos problemas financieros, habiendo solicitado la quiebra voluntaria en Estados Unidos a finales de diciembre para intentar reestructurar su deuda y consolidar una base viable para sus operaciones futuras.