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Stellantis cierra planta de Vauxhall en Luton, poniendo en peligro 1,100 puestos de trabajo.

Stellantis cierra planta de Vauxhall en Luton, poniendo en peligro 1,100 puestos de trabajo.

En un giro preocupante para la industria automotriz en el Reino Unido, Stellantis ha declarado su intención de cerrar la planta de furgonetas Vauxhall ubicada en Luton, lo que podría significar la pérdida de más de 1.100 empleos. Sin embargo, la compañía ha manifestado su esperanza de que una cantidad significativa de estos trabajadores podría ser reubicada en la fábrica de Ellesmere Port.

Este plan de reestructuración se encuentra en fase de discusión, ya que la empresa está organizando consultas con los sindicatos y los empleados afectados sobre el futuro del trabajo en Luton. A modo de compensación, Stellantis prevé realizar una inversión de más de 50 millones de libras (aproximadamente 59,85 millones de euros) para modernizar y adaptar las instalaciones de la planta de Ellesmere Port.

Además, Stellantis ha planteado un respaldo considerable para facilitar la reubicación de los trabajadores que opten por trasladarse desde Luton a Ellesmere Port, en el noroeste de Inglaterra. El fabricante ha ofrecido un paquete atractivo como incentivo para aquellos empleados que deseen moverse, en un intento por mitigar el impacto de esta reestructuración en la comunidad laboral.

En una intervención reciente, Maria Grazia Davino, máxima representante de Stellantis en el Reino Unido, lanzó una advertencia contundente. Durante un evento de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores (SMMT) celebrado en Londres, indicó que, si el Gobierno británico no toma medidas urgentes para impulsar la demanda de vehículos eléctricos, la producción en el país podría paralizarse en un plazo inferior a un año.

Actuando bajo la presión de nuevas regulaciones, el Gobierno del Reino Unido exige a los fabricantes que al menos el 22% de los vehículos que vendan sean totalmente eléctricos. Los fabricantes que no cumplan con esta normativa se enfrentarán a multas severas, que podrían alcanzar las 15.000 libras esterlinas por cada automóvil eléctrico no vendido antes de fin de año.

Este requisito del 22% está programado para incrementarse anualmente, con la meta de alcanzar un 100% para 2035. En los próximos años, la norma se endurecerá, exigiendo un 28% para 2025, un 33% para 2026 y así sucesivamente, hasta prohibir la venta de vehículos híbridos nuevos en 2035.

La decisión de Stellantis para cerrar su planta en Luton se produce poco después de que Ford anunciara una reducción significativa en su personal en Europa, que incluye el despido de 800 trabajadores en el Reino Unido como parte de un plan más amplio que podría conllevar hasta 4.000 despidos en toda la región.

En el mercado financiero, la reacción a estas noticias ha sido negativa, con las acciones de Stellantis cayendo casi un 5% en la Bolsa de Valores de Milán, alcanzando un precio de 12,19 euros por acción. Esta caída se produce en un contexto más amplio, ya que se ha informado que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está considerando implementar un paquete de aranceles sobre importaciones de México, Canadá y China desde el inicio de su mandato.