
En la noche del 23 de julio, Madrid se convirtió en el epicentro del K-Pop gracias a la llegada de Stray Kids, la popular boyband surcoreana que realizó su debut en España después de más de siete años dedicados a la producción musical.
El líder del grupo, Bang Chan, cautivó a la multitud desde el principio, preguntando entre risas: “¿Nos habéis esperado mucho, no?” Los fanáticos, eufóricos, respondieron con vítores y aplausos mientras los ocho integrantes encendían el ambiente con temas como 'Mountains' y 'Thunderous', comenzando el concierto a las 20:35 horas.
A lo largo de tres horas de electrizante espectáculo, el público se unió en un fenómeno colectivo de baile y canto, entonando a coro las canciones más queridas de Stray Kids. Aunque muchos fans no dominan el coreano, han hecho un esfuerzo por aprender los 'fanchants', esos coros tan característicos que añaden energía y emoción a cada actuación.
“Lo más hermoso es que cantéis junto a nosotros”, expresó Bang Chan con alegría al escuchar a sus seguidores gritar “qué bonito” tras la interpretación de 'Cinema', un tema que toca las fibras más sensibles del corazón.
Entre los asistentes se encontraba Larisa, una joven de 25 años que viajó desde Alemania para vivir esta experiencia única. Compartió con Europa Press que ya ha tenido el privilegio de ver a Stray Kids en Corea durante su estancia como estudiante.
El estadio se iluminó con los 'lightsticks', una especie de linternas que los seguidores sostienen mientras las canciones resuenan, creando un espectáculo visual que acompaña cada tema. Estos objetos, personalizados por cada grupo de K-Pop, added drama y color a la enérgica actuación, en este caso marcando una vibrante ola roja y negra entre el público, que lució 'outfits' inspirados en los trajes de los miembros del grupo.
Las fanbases locales también se hicieron notar organizando actividades como la distribución de 'banners' y la proyección de un video en honor al grupo, grabado en lugares representativos de distintas comunidades autónomas. Un gran sentido de comunidad y apoyo se respiró en cada rincón del evento.
El concierto de Stray Kids no fue solo un evento, sino parte de un recorrido más amplio por Madrid, donde los aficionados se agruparon para disfrutar de la cultura K-Pop, saborear kimchi, coleccionar 'photocards' y vivir juntos la anticipación antes de la actuación.
Entre los fanáticos, Inês y Ana llegaron desde Portugal y se quedarán en la capital unos días más. Ambas han estado practicando las coreografías previas al concierto, contagiando su entusiasmo y recibiendo los aplausos de sus amigos.
El fenómeno del K-Pop también ha capturado la atención de generaciones más jóvenes. Alma, de solo 13 años, asistió al evento con Jenifer y Carlos desde Castellón, destacando que es su primer concierto de este género, mientras que Jenifer confesó que también ha empezado a disfrutar de Stray Kids gracias a su hija.
Stray Kids ha estado lanzando música desde 2018 con su minialbum 'I Am Not', y la variedad de su público es notable. Álvaro, un asistente de 32 años que vino con su esposa, compartió que se siente intrigado por este fenómeno, que su esposa lo introdujo y que ha descubierto que, incluso, algunas de sus canciones son ideales para su rutina de gimnasio.
“Así como yo he caído, hay muchos hombres que podrían apreciar lo que hacen. Sus canciones son muy enérgicas y pegajosas,” bromeó mientras compartía una sonrisa con su esposa sobre sus diferentes preferencias en el ámbito del K-Pop.
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