El 25 de enero de 2023, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Los Ángeles en un contexto crítico marcado por devastadores incendios que han arrasado la ciudad. Durante su visita, se reunió con el gobernador de California, Gavin Newsom, a quien le aseguró que su nueva administración tomará medidas para resolver el problema de los incendios “de forma permanente” para evitar que esta tragedia se repita en el futuro.
Trump no dudó en afirmar que los incendios han tenido un impacto profundo, causando la pérdida de numerosas vidas y daños considerables a propiedades. Tras su encuentro con el gobernador, el mandatario, conocido por su estilo directo, criticó la gestión de Newsom en la crisis de los incendios, que todavía afectan a la región de Los Ángeles, donde los equipos de bomberos continúan luchando contra las llamas, que comenzaron hace más de quince días.
En una breve conferencia de prensa, Trump expresó su gratitud hacia Newsom y subrayó la necesidad de acciones enérgicas para prevenir futuros desastres naturales. Sin embargo, su intervención no estuvo exenta de controversia, ya que también decidió cuestionar las políticas hídricas de California, sugiriendo que la falta de gestión adecuada podría ser parte del problema. Sin fundamento en datos concretos, amenazó con restringir la ayuda federal, vinculando cualquier tipo de asistencia a la implementación de reformas en la gestión del agua y a la adopción de leyes que exijan identificación de votantes en el estado.
El presidente también tiene planeado visitar la comunidad de Pacific Palisades, que ha sido gravemente afectada por los incendios, donde espera recibir un informe sobre la situación de la mano de la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, así como de otros funcionarios locales y legisladores de distintos partidos políticos.
Esta visita se enmarca dentro de una gira que Trump ha llevado a cabo por diversas áreas afectadas por desastres naturales, comenzando en Carolina del Norte. Allí, también expresó críticas hacia la gestión de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), sugiriendo que el futuro de la misma debería ser cuestionado en favor de que sean los estados los encargados de gestionar la ayuda en caso de desastres.
Los incendios en curso han dejado hasta ahora un saldo de 28 vidas perdidas y la destrucción de aproximadamente 15.000 edificios, pero también han generado un intenso debate político en el que el trasfondo es el posible retorno de Trump a la Casa Blanca, en un clima de abierta confrontación con el gobernador Newsom.
Durante su visita, no escatimó en hacer hincapié en que cualquier asistencia federal estaría condicionada a cambios en las políticas estatales de gestión del agua, así como a la aprobación de nuevas leyes de identificación de votantes. “Que se aseguren de tener identificación de votantes, porque actualmente la gente no tiene voz. Además, queremos que liberen el agua”, insistió el presidente en un claro mensaje político dirigido a la administración estatal.
Por su parte, Gavin Newsom no perdió la oportunidad de agradecer a Trump por su apoyo y se mostró optimista respecto a la posibilidad de colaborar en la recuperación y reconstrucción tras los incendios forestales que devastaron la región.
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