
En un desarrollo significativo en la industria de baterías, el fabricante sueco Northvolt AB ha hecho público un acuerdo con Volvo Cars que marca un cambio en su relación tras la reciente decisión de Northvolt de vender su participación en la empresa conjunta Novo Energy. Este acuerdo, anunciado el miércoles, evidencia la búsqueda de nuevas colaboraciones en el contexto de América del Norte.
La historia de Novo Energy se remonta a 2021, cuando Northvolt y Volvo Cars unieron fuerzas para establecer una planta de producción de baterías en Gotemburgo, Suecia. Sin embargo, las dificultades financieras han impactado gravemente a Northvolt, quien el año pasado se vio obligada a solicitar la quiebra en Estados Unidos.
Como resultado de esta crisis, Volvo Cars notó un incumplimiento por parte de Northvolt en octubre y decidió adquirir la participación de esta última en Novo Energy, asegurándose así el control total de la empresa. Esta transacción, que se formaliza a través de un contrato de compra de acciones, necesita ser aprobada por el Tribunal de Quiebras de EE. UU. en Texas y por la Inspección de Productos Estratégicos sueca, un paso que es crucial en este proceso.
En paralelo a estos movimientos, Novo Energy anunció recientemente una drástica reducción del 30% en su plantilla como medida de ajuste ante lo que han descrito como 'cambiantes condiciones del mercado'. El director general de la empresa, Adrian Clarke, destacó la difícil decisión tomada para reestructurar la organización, subrayando la necesidad de adaptarse a un entorno económico en constante evolución.
La venta de Novo Energy no es un hecho aislado; es parte de una serie de movimientos estratégicos de Northvolt para deshacerse de varias operaciones no rentables. La compañía ha puesto en marcha una revisión de sus proyectos en Polonia y Noruega con el objetivo de reducir gastos y concentrar sus esfuerzos en la planta de baterías en Ett, Suecia.
En un giro adicional de la historia, Volvo Cars y Northvolt han firmado un acuerdo marco que sugiere una colaboración futura y posibles oportunidades de suministro en el continente americano. Este nuevo entendimiento entre ambas empresas podría representar un nuevo capítulo en su relación y en la dinámica del mercado de baterías.
Cabe destacar que la situación de Northvolt sigue siendo delicada. En noviembre pasado, el CEO Peter Carlsson renunció tras la presentación de la solicitud de quiebra. La compañía, que se había consolidado como uno de los nombres más prominentes en la industria de las baterías, busca reestructurar su deuda y reducir su operación para establecer una base más sostenible y garantizar su continuidad.
El proceso de reestructuración de Northvolt está previsto que finalice a principios de 2025. Mientras tanto, la fábrica de Ett permanece en funcionamiento, con la esperanza de que la empresa pueda acceder a una financiación de aproximadamente 234 millones de euros, de los cuales cerca de 138 millones serían en efectivo y 95 millones a través de financiamiento deudor en posesión. Esta vía es crucial para que las empresas en quiebra, bajo el capítulo 11 de la ley de quiebras en EE. UU., continúen operando mientras buscan una salida viable a su situación.
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