El empresario Víctor de Aldama, implicado en el polémico 'caso Koldo', ha recuperado su libertad esta noche tras permanecer detenido en la cárcel de Soto del Real desde el 10 de octubre. De Aldama había sido encarcelado de forma provisional bajo la acusación de un fraude monumental que asciende a la friolera de 182 millones de euros en el sector de los hidrocarburos.

A su salida de prisión, el empresario se dirigió a los periodistas para responder a las recientes declaraciones del presidente del Gobierno, quien había tildado a De Aldama de ser un "personaje" que fundamenta su defensa en la "mentira". Este ataque verbal no ha pasado desapercibido para Aldama, quien no dudó en contestar, sugiriendo que Sánchez padece de “mitomanía” y cuestionando su memoria, remarcando que el presidente antes negó conocerlo antes de rectificar tras la publicación de una fotografía juntos.

En su defensa, De Aldama subrayó que hay una diferencia clara entre las fotos tomadas en público y aquellas que se toman en entornos privados, insinuando que su encuentro con el presidente no fue casual, sino intencional. “Las fotos que se hacen con cualquiera se hacen en la calle, no en zonas privadas”, declaró con firmeza, advirtiendo que tenía pruebas contundentes para respaldar sus afirmaciones.

Por su parte, Pedro Sánchez desmintió que la imagen que circulaba con De Aldama fuera fruto de una iniciativa suya, argumentando que las vinculaciones entre ambos no pueden tomarse como un reconocimiento por gestiones en México, lo que tildó de “menuda inventada”. En un tono irónico, comentó que parece que estaba “esperando” a De Aldama para realizar un mitin, haciendo énfasis en que las alegaciones del empresario forman parte de una estrategia defensiva basada en la falsedad.

El juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional decidió poner en libertad a Aldama tras sus declaraciones voluntarias, aunque le impuso restricciones que incluyen no poder salir del país. En su auto, se fijaron obligaciones que el empresario deberá cumplir, como informar de cualquier cambio de domicilio y proporcionar un contacto telefónico para asegurar su localización.

Esta decisión se produjo tras la solicitud de la Fiscalía Anticorrupción, aunque también es importante recordar que la detención inicial de Aldama se debió a la gravedad de los delitos que se le imputan, lo que hizo temer al juez que podría eludir la justicia. La investigación lo involucra no solo a él, sino también a su socio Claudio Rivas y a varios cómplices y testaferros en una trama de fraude que ha conmocionado al sector.

A pesar de haber presentado recursos, tanto Pedraz como la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decidieron mantener la prisión provisional, fundamentando su decisión en la existencia de un riesgo considerable de fuga y la posible destrucción de evidencias que podrían comprometer la investigación en marcha.