Argelia sufre caída del 90% en exportaciones españolas mientras que Marruecos experimenta aumento del 20%.
Un año después de la suspensión del Tratado de Amistad por parte de Argelia, en respuesta a la nueva postura adoptada por el gobierno español sobre el Sáhara, se mantiene la crisis con ese país mientras que se ha desarrollado una nueva relación con Marruecos.
Las exportaciones hacia Argelia se han reducido significativamente, mientras que el suministro de gas argelino sigue inalterable. Por el contrario, las relaciones con Marruecos se han visto mejoradas tras el reconocimiento del plan de autonomía para el Sáhara como la base más sólida, creíble y realista para una solución. Se ha producido un aumento considerable del comercio, con España en el lado positivo de la balanza.
Las exportaciones a Argelia han caído un 45,9% en 2022 con respecto a 2021 y siguen a la baja en 2023, con una caída del 93,6% en el primer trimestre. Esta tendencia se ha producido en todos los sectores, desde la alimentación hasta los productos químicos, y las ventas han retrocedido por encima del 90%. El golpe ha sido algo más mitigado en bienes de consumo duradero y en manufacturas de consumo. A pesar de que el gobierno argelino dijo que revocaría la instrucción dada por la Asociación Profesional de Bancos y Entidades Financieras para bloquear las operaciones bancarias con España, lo que impedía las exportaciones, en la práctica el comercio sigue paralizado.
Desde que se produjo el anuncio de Argel de que suspendería el Tratado de Amistad, el gobierno español ha acudido a Bruselas en busca de ayuda, dado que las competencias comerciales están transferidas y la Comisión Europea expresó su apoyo a España. En el último año, el gobierno ha hecho llegar a Bruselas de manera regular los problemas con los que se han topado los empresarios españoles en sus transacciones comerciales con Argelia, si bien el Ejecutivo comunitario no ha emprendido ninguna acción específica por el momento.
En el ámbito diplomático, el gobierno español ha mantenido su posición de tener la "mano tendida" a Argelia y ha declarado repetidamente que España quiere establecer las mismas relaciones que con el resto de sus vecinos, incluido Marruecos. No obstante, el gobierno se ha escudado en la necesidad de discreción respecto a la gestión de la crisis. El gobierno sostiene que la retirada del embajador argelino de Madrid primero y la suspensión del Tratado de Amistad tres meses después se debió al respaldo al plan de autonomía para el Sáhara, una decisión soberana en la que ningún país externo debería interferir.
En Marruecos, la visita de Sánchez y su encuentro con Mohamed VI el 7 de abril de 2022 sentó las bases de una nueva relación bilateral que se ha visto traducida en un aumento considerable del comercio, con España en el lado positivo de la balanza. En los tres primeros meses de 2023, las exportaciones han aumentado en un 18,6%, y en los últimos dos años, las exportaciones se han incrementado en un 23,8%. Las importaciones de Marruecos, aunque en menor medida, también han aumentado.
Se espera que la Comisión Europea pueda llegar a "resultados concretos" a través del diálogo para hallar una solución lo antes posible y se puedan restablecer sin obstáculos las relaciones comerciales y de inversión, "en el nombre de nuestra fuerte y larga alianza". La Comisión Europea mantiene su coordinación con el gobierno español en este asunto y seguirá evaluando "las implicaciones de las restricciones argelinas".
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