El 25 de septiembre en Madrid, la reconocida firma automovilística alemana Bosch ha anunciado su intención de reducir su plantilla en un total de 13.000 puestos de trabajo antes de 2030, lo que representa aproximadamente el 3% de sus empleados. Esta drástica decisión afectará en gran medida a sus instalaciones en Alemania, especialmente en la división de movilidad, según se ha comunicado recientemente.
Stefan Grosch, director general de Bosch y responsable laboral de la compañía, añadió que es esencial para la empresa mejorar su competitividad en el sector de la movilidad y realizar ajustes en sus costos a largo plazo. "Es un camino doloroso, pero necesario. Debemos actuar con urgencia y, desafortunadamente, eso implica tomar estas difíciles decisiones sobre los puestos de trabajo", afirmó Grosch.
A lo largo de este año, Bosch ya había revelado su decisión de eliminar 9.000 empleos en Alemania dentro de su división de movilidad, la cual ha estado enfrentando pérdidas anuales cercanas a los 2.500 millones de euros, una situación alarmante que ha llevado a la empresa a tomar medidas adicionales.
Por otro lado, Markus Heyn, miembro del consejo de administración de Bosch y encargado de la división de movilidad, señaló que los conflictos geopolíticos y las barreras comerciales están generando un clima de incertidumbre que afecta a todas las empresas. Este entorno adverso complica aún más la situación laboral en el sector.
En la planta de Feuerbach, que se dedica a la producción de componentes diésel y a la inversión en tecnologías relacionadas con el hidrógeno, se prevé la pérdida de aproximadamente 3.500 empleos. El cierre de instalaciones y la subutilización de recursos son factores clave en esta drástica reducción. Además, en Schwieberdingen, se prevé eliminar 1.750 puestos por una demanda insuficiente y la lenta adopción de nuevas tecnologías.
La situación también se complica en Waiblingen, donde está programado el cierre de una planta que actualmente emplea a 560 trabajadores, especializada en la fabricación de conectores para el sector automotriz, previsto para finales de 2028 debido a un declive sostenido en la producción.
Finalmente, en Bühl, donde se producen motores eléctricos pequeños, se anticipa la eliminación de cerca de 1.550 empleos. En Homburg, por su parte, alrededor de 1.250 puestos de trabajo se verán afectados, ya que la producción de componentes para camiones diésel sigue predominando en la región.
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