Cardenal Cobo aboga por un pacto migratorio integral ante la crisis de menores: "No son soluciones temporales".
El cardenal arzobispo de Madrid ha hecho un llamado a todos los partidos políticos para unirse en la elaboración de un "gran pacto por la migración", en lugar de abordar este tema con soluciones momentáneas que solo sirven como "parches". Esta propuesta surge ante la necesidad urgente de una estrategia más integral en el país respecto a la migración, en un contexto donde las respuestas a corto plazo están resultando insostenibles.
Durante un desayuno informativo organizado por La Razón, el cardenal Cobo expresó que el enfoque actual hacia la migración ha sido fragmentado. "Primero son los menores, luego las pateras, después la situación en Canarias", reflexionó. Su crítica se centró en que estos enfoques reaccionarios no son suficientes, y es necesario un pacto de Estado que trate la migración como un asunto serio y continuo, no como un problema aislado.
Cobo hizo hincapié en que existen alrededor de 22 millones de jóvenes en la región sur del Mediterráneo que buscan oportunidades en Europa, donde se estima que hay una necesidad de 7 millones de nuevos empleos. Ignorar esta realidad sería un error político grave y contraproducente, advirtió.
El arzobispo abogó por un pacto que no solo regule la migración, sino que también garantice una atención adecuada a quienes llegan, en muchos casos, escapando de situaciones extremas. Recordó un caso reciente de una joven que huyó de la explotación en granjas, planteando la pregunta crucial: "¿Acaso no debemos acogerla?", enfatizando la urgencia de una respuesta solidaria.
Asimismo, destacó la contribución valiosa de las personas migrantes, especialmente en un contexto de "invierno demográfico". Cobo mencionó que muchos migrantes desempeñan trabajos esenciales en la sociedad, como cuidar de los ancianos o apoyar en la educación de los niños, y señaló la ironía de que muchos de ellos permanezcan en la economía informal debido a la falta de regularización.
Al tratar con el Gobierno sobre estas cuestiones, se ha encontrado con una respuesta que, según él, evoca a Bruselas, lo que indica una desconexión de la realidad local. Por lo tanto, Cobo propuso que es momento de aspirar a un "gran pacto europeo" sobre migración.
En su intervención, también se mostró reacio a la implementación de restricciones, argumentando que no se pueden cerrar las puertas a quienes buscan una vida mejor, y subrayó la urgencia de un enfoque más humanitario. En particular, sobre la situación de los menores migrantes, hizo un llamado a escuchar sus historias complejas y dolorosas, recordando que muchos de ellos son enviados por sus padres debido a circunstancias extremas.
El cardenal instó a todas las fuerzas políticas a colaborar para otorgar respuestas coherentes y constructivas a esta realidad, que a su juicio, enriquece y diversifica la sociedad.
Por otro lado, sobre la problemática de abusos sexuales, Cobo subrayó la necesidad de una limpieza interna en la Iglesia, al tiempo que expresó preocupación por los abusos en el ámbito familiar, que están recibiendo una atención insuficiente. En su proyecto Repara de la Archidiócesis de Madrid, ha constatado un aumento de casos de abusos intrafamiliares, advirtiendo que necesitan más recursos para abordar esta grave situación.
El cardenal también compartió su alarma por la creciente violencia y polarización social, así como los efectos perjudiciales que esto puede tener en la salud mental de los jóvenes, el aumento de suicidios y la problemática de la vivienda asequible en Madrid. "La capital esconde no solo barrios vulnerables, sino también tragedias de pobreza que a menudo pasan desapercibidas", advirtió.
Cobo también destacó la necesidad de valorar el núcleo familiar y expresó su preocupación por el aborto, argumentando por la creación de una cultura que fomente la vida y desincentive esta práctica, que considera una tragedia.
Al ser consultado sobre la salud del Papa Francisco, informó que este está recuperando progresivamente su movilidad y funcionamiento. Con respecto a las renuncias papales, se mostró a favor de que los pontífices tomen esa decisión cuando ya no puedan liderar efectivamente.
Rememorando sus experiencias como párroco, Cobo compartió un momento desgarrador en el que tuvo que cuidar a un niño cuyo padre había asesinado a su madre. A pesar de la tragedia, el niño, a su manera, mostró una madurez sorprendente al ofrecer una reflexión sobre la bondad de Dios, un testimonio conmovedor de la resiliencia infantil en momentos de profunda crisis.
El cardenal concluyó recordando a ese niño, que ahora ha crecido, y cómo la fe puede proporcionar consuelo y fuerza incluso en los momentos más oscuros, reafirmando su compromiso con la protección y el apoyo a los vulnerables en la sociedad.
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