En una reciente escalada de tensiones entre Pekín y Washington, el gobierno chino ha hecho un llamado urgente a Estados Unidos para que retire de manera inmediata lo que considera medidas "irrazonables e infundadas".
Este martes, las autoridades de China anunciaron la implementación de aranceles suplementarios que alcanzan hasta el 15% sobre diversas importaciones agrícolas estadounidenses, que incluyen productos tan relevantes como el pollo, el cerdo y la soja. Esta decisión se produce en respuesta al agresivo aumento de tarifas por parte de la administración de Donald Trump, que elevó del 10% al 20% las tasas sobre productos provenientes de China, justificando la medida por la falta de acciones adecuadas por parte de Pekín en relación con el tráfico de opioides sintéticos, incluyendo el fentanilo.
Según un comunicado emitido por el Ministerio de Finanzas chino, los nuevos aranceles del 15% se aplicarán específicamente al pollo, trigo, maíz y algodón. Además, se establecerán tarifas del 10% sobre la soja, sorgo, carne de cerdo y bovino, así como sobre pescados, mariscos, frutas, verduras y productos lácteos. Estas regulaciones comenzarán a tener efecto a partir del próximo lunes, 10 de marzo.
El Ministerio de Comercio, previamente, había anticipado que respondería con "contramedidas" a las decisiones de Washington. También se ha formalizado una queja ante la Organización Mundial del Comercio, argumentando que las tarifas unilaterales de Estados Unidos infringen serias normas y socavan la colaboración económica y comercial entre ambos países.
Además, el gigante asiático ha activado su polémica "lista de entidades poco fiables", sancionando a diez compañías estadounidenses vinculadas a la venta de armas a Taiwán, lo que según Pekín amenaza su soberanía, seguridad y desarrollo nacional.
Poco tiempo antes de este anuncio, las autoridades chinas expresaron su profunda frustración ante la decisión de Trump y reiteraron su decidida oposición a las nuevas tarifas, que ya están en vigencia. Un portavoz del Ministerio de Comercio instó a Estados Unidos a "respetar los derechos e intereses de otros países", añadiendo que estas acciones perjudican tanto a otros como a ellos mismos.
Con un tono conciliador, el ministerio enfatizó que espera que Estados Unidos aborde esta situación de manera objetiva y racional, buscando restablecer el diálogo equitativo para resolver adecuadamente las diferencias lo más pronto posible.
El gobierno chino también subrayó que es uno de los países con las políticas más estrictas y efectivas en el control de drogas a nivel mundial, señalando que ambos países han mantenido una cooperación significativa en este ámbito, logrando resultados destacables.
Sin embargo, critican que Estados Unidos ha evadido responsabilidades, repitiendo errores y recargando aranceles a productos chinos por razones relacionadas con el fentanilo. Esta conducta, según Pekín, no solo ignora los hechos y las regulaciones del comercio internacional, sino que también refleja una actitud unilateral y coercitiva.
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