En un reciente giro de acontecimientos en Jumilla, Murcia, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha decidido indagar sobre una moción aprobada por el Ayuntamiento local que busca restringir las actividades no deportivas en sus instalaciones. Este movimiento parece tener como objetivo principal facilitar el desarrollo de actos de culto, generando un debate sobre la laicidad y la diversidad cultural en espacios públicos.

Gabilondo, en su función de protector de los derechos ciudadanos, ha solicitado información precisa a la alcaldesa Seve González sobre los detalles de la resolución municipal. Su interés radica en entender cómo se planifica la implementación de esta moción, que busca reservar polideportivos y pabellones para rituales religiosos específicos, dejando fuera otras actividades que fomenten la interacción y la diversidad de la comunidad.

La moción en cuestión, impulsada por el Partido Popular tras un acuerdo con Vox, ha recibido apoyo mayoritario aunque la formación de Abascal se ha abstenido de votar. Esta decisión ha suscitado críticas dado que, en el pasado, estas instalaciones han sido escenario de celebraciones culturales y eventos comunitarios, incluyendo festividades musulmanas como el fin del Ramadán y la Fiesta del Cordero. Además, la propuesta incluye un llamamiento al gobierno local para fomentar actividades que promuevan la identidad nacional y la protección de valores religiosos, lo que plantea interrogantes sobre la inclusión y el respeto a la pluralidad en la sociedad española.