En un contundente anuncio realizado este viernes desde Madrid, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó la muerte de seis personas a bordo de un barco relacionado con el narcotráfico en el Caribe. Esta operación, llevada a cabo por fuerzas estadounidenses, ha sido vinculada a la organización criminal venezolana conocida como Tren de Aragua, lo que añade un contexto delicado a la acción militar.

Hegseth reveló que la inteligencia estadounidense había identificado al buque como un actor activo en el contrabando de drogas, sugiriendo que navegaba por una ruta bien conocida por su actividad ilícita. En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, el secretario precisó que el buque estaba implicado en el transporte de sustancias narcóticas, lo que justifica la intervención militar.

El ataque se realizó en aguas internacionales y se ha considerado el primero bajo la oscuridad de la noche desde el inicio de esta controvertida campaña militar. Grupos de derechos humanos han expresado su preocupación al respecto, acusando a Estados Unidos de llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales sin el debido proceso, un enfoque que ha suscitado un intenso debate sobre la legalidad y la ética de estas operaciones.

En su declaración, Hegseth enfatizó que el Tren de Aragua y sus miembros han sido calificados como "terroristas" por parte de su gobierno. Este término se utiliza para enmarcar la muerte de los seis tripulantes como un paso hacia la desarticulación de una red que, según él, será tratada con la misma firmeza que se emplea contra organizaciones terroristas internacionales como Al Qaeda.

"No habrá tregua, de día o de noche, nuestras operaciones continuarán con determinación. Localizaremos y nos ocuparemos de vuestras redes", sentenció Hegseth, reafirmando el compromiso de su administración con la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en la región.