El sábado, el jefe de la diplomacia paquistaní, Mohamad Ishaq Dar, se trasladó a Afganistán para sostener conversaciones con Amir Jan Muttaqi, su contraparte del gobierno talibán. El objetivo de este encuentro fue abordar la creciente crisis de violencia en la frontera y la problemática de los refugiados que han afectado negativamente las relaciones entre ambos países.

Desde que los talibanes regresaron al poder en agosto de 2021, Pakistán ha señalado que el régimen fundamentalista apoya a grupos armados conocidos como “talibanes paquistaníes”. Sin embargo, estas acusaciones han sido rotundamente desmentidas por los líderes talibanes afganos.

En medio de este contexto de tensión, Pakistán tomó la decisión en septiembre de 2023 de llevar a cabo una serie de expulsiones de ciudadanos afganos que se habían refugiado en su territorio. Las autoridades pakistaníes justifican esta medida bajo argumentos de seguridad, lo que ha generado un éxodo dramático.

Desde ese momento, cerca de un millón de afganos han regresado a su país, y un alarmante 60% de ellos son niños, según reportes de Save the Children. La organización advierte que este movimiento masivo de personas puede agravar aún más la ya frágil situación del sistema de salud en Afganistán y pone en riesgo la vida de aquellos más vulnerables entre los expulsados.

El Ministerio de Exteriores de Pakistán subrayó en un comunicado que es crucial abordar de manera efectiva las cuestiones de seguridad y fronterizas para liberar el potencial de colaboración en la región, sentando así las bases para una relación más constructiva.

En el mismo comunicado, se destacó la intención de ambas naciones de fortalecer vínculos que sean benéficos para todos y la importancia de mantener canales de comunicación abiertos a niveles superiores.

Por su parte, Muttaqi expresó su inquietud por la situación de los refugiados afganos en Pakistán e instó a los funcionarios paquistaníes a tomar medidas para evitar cualquier abuso de derechos hacia estos ciudadanos, como se mencionó en un comunicado del portavoz talibán, Hafiz Zia Ahmad.

En respuesta, Ishaq Dar aseguró que no se permitirán abusos contra los refugiados afganos en Pakistán y se comprometió a prevenir cualquier acción que obligue a estos individuos a abandonar nuevamente sus hogares.