
En un comunicado emitido desde Río de Janeiro el 19 de noviembre, los líderes del G20 han reafirmado su compromiso con el cambio climático, prometiendo llevar a cabo "negociaciones exitosas" en la próxima Cumbre del Clima y expresando su esperanza en alcanzar un acuerdo sobre el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NOCC). Sin embargo, la declaración ha dejado en el aire un elemento crucial: no se ha fijado una fecha para poner fin al uso de combustibles fósiles, lo que ha suscitado críticas entre los activistas medioambientales.
Durante la cumbre, los líderes mundiales han hecho un llamado a un alto el fuego "total" en los conflictos de Gaza y Líbano. El presidente argentino, Javier Milei, ha tomado una postura crítica, mostrando su "desvinculación parcial" de la Agenda 2030 y generando controversia sobre la dirección que debería tomar la política climática global.
La declaración conjunta ha reconocido la brutal necesidad de aumentar la financiación climática, enfatizando que esta debe pasar de "miles de millones a millones de millones". En Bakú, Azerbaiyán, se están llevando a cabo discusiones vitales sobre el origen y la entrega de esos fondos a los países en vías de desarrollo, resaltando la urgencia de encontrar soluciones financieras eficaces.
El G20 ha subrayado la importancia de la "colaboración internacional" para asegurar el financiamiento necesario, impulsando tanto inversiones públicas como privadas en pro del medio ambiente. Esto incluye fomentar innovaciones tecnológicas accesibles, además de fortalecer la resiliencia ante el cambio climático y desarrollar estrategias industriales verdes ambiciosas para los países menos favorecidos.
En cuanto a los países en vías de desarrollo, los líderes han acordado "facilitar" el acceso a financiamiento a bajo costo para apoyar su transición hacia economías menos contaminantes. A su vez, se han comprometido a acelerar reformas en la arquitectura financiera global, utilizando estos cambios para abordar de manera efectiva la pobreza, el cambio climático y el desarrollo sostenible.
A pesar de que el G20 ha respaldado las conclusiones de la COP28, especialmente el "Consenso de Emiratos Árabes Unidos", la declaración del encuentro en Río de Janeiro ha evadido establecer una fecha específica para la eliminación de combustibles fósiles. Aunque se habla de intensificar los esfuerzos hacia una reducción de emisiones netas cero para mediados de siglo, esto ha dejado a muchos en la comunidad ambiental insatisfechos.
El G20 también ha mencionado su intención de racionalizar y eliminar en el mediano plazo los "subsidios ineficientes" a los combustibles fósiles, que contribuyen al consumo irresponsable de energía. Al reafirmar su compromiso de controlar el calentamiento global a 1.5°C, los líderes han apostado por la implementación efectiva del Acuerdo de París, reconociendo la necesidad de un multilateralismo activo en estas cuestiones.
Además, se han comprometido a responder de manera proactiva a las crisis climáticas y a liderar acciones decisivas a nivel mundial. Aceptando la urgencia de adaptarse al cambio climático, han declarado su disposición a trabajar con "objetivos ambiciosos" en las próximas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC).
El documento también hace hincapié en la necesidad de triplicar la capacidad global de energías renovables y de implementar el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, aprobado durante la COP15, lo que es otro paso hacia el compromiso con la sostenibilidad.
El secretario ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, Simon Stiell, ha destacado el claro mensaje de los líderes del G20 a sus negociadores en la COP29: es imperativo salir de Bakú con un nuevo objetivo financiero sólido. Stiell también ha subrayado la importancia de las reformas financieras para que la acción climática sea accesible a todos los países.
Así, ha hecho un llamado urgente para que la COP29 demuestre cómo puede concretarse la cooperación global, con un enfoque claro en llegar a un consenso sobre el NOCC. Además, ha destacado la necesidad de planes climáticos nacionales más robustos que permitan acelerar el avance hacia una economía limpia y resiliente al clima.
Sin embargo, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha criticado la declaración del G20, señalando que no proporciona las señales claras que se esperaban. En particular, han señalado la falta de orientación sobre la cifra específica necesaria para aumentar la financiación climática, considerándola como una oportunidad perdida.
Asimismo, han calificado de "decepcionante" que los líderes del G20 no hayan utilizado un lenguaje más contundente sobre los combustibles fósiles. A pesar de afirmar su compromiso de implementar las recomendaciones del Balance Global de la pasada COP, han omitido mencionar la necesidad de eliminar gradualmente el uso de combustibles fósiles como una vía esencial para alcanzar reducciones rápidas en las emisiones.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.