El Papa Francisco insta a la construcción de la paz mediante el desarme total utilizando métodos pacíficos.

El Papa Francisco insta a la construcción de la paz mediante el desarme total utilizando métodos pacíficos.

En un mensaje dirigido a los participantes del Foro de la Paz de París, el Papa Francisco ha instado a construir la paz a través del diálogo en lugar de las armas. Según el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, el Santo Padre hace un llamamiento a silenciar las armas, repensar la producción y el comercio de armamentos, y seguir el camino del desarme gradual y completo. El Papa espera que este encuentro en París contribuya a construir un mundo más justo y pacífico. En un contexto global extremadamente doloroso, este foro representa un rayo de esperanza.

El objetivo del encuentro es fortalecer el diálogo entre todos los continentes y promover la cooperación y el diálogo internacional. El Papa Francisco espera que los compromisos adquiridos en este foro fomenten un diálogo sincero, atendiendo a los gritos de aquellos que sufren a causa del terrorismo, la violencia y las guerras. Según el Papa, estos conflictos solo benefician a determinados grupos y a menudo se disfrazan de intenciones nobles.

El Pontífice enfatiza que la consolidación de la paz es un proceso lento y paciente que requiere el coraje y el compromiso de todos. La paz duradera se construye día a día a través del reconocimiento, el respeto y la promoción de la dignidad humana y sus derechos fundamentales. En el mensaje, se hace hincapié en el derecho humano a la paz, que es condición para el ejercicio de todos los demás derechos humanos.

El Papa también destaca que, a pesar del 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, millones de personas en el mundo aún se enfrentan a una brecha entre los compromisos asumidos y la realidad. Esta situación debe abordarse con urgencia, ya que muchas personas, incluidos niños, siguen privados del derecho fundamental a la vida y a la integridad física y mental debido a los conflictos. Además, muchas personas carecen de derechos básicos como agua potable, alimentación saludable, libertad de religión, atención médica, vivienda digna, educación de calidad y trabajo decente.

Aunque el mensaje reafirma el derecho a la legítima defensa, enfatiza que la guerra siempre es una derrota para la humanidad. Ninguna guerra justifica la pérdida de una sola vida humana, que es sagrada y creada a imagen y semejanza de Dios. Ninguna guerra merece el envenenamiento de nuestro hogar común ni la desesperación de aquellos que se ven obligados a abandonar su patria y perder todos los lazos familiares, amistades y conexiones sociales y culturales construidas a lo largo de generaciones.

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Sociedad