En un tenso intercambio en el Senado, el Partido Popular (PP) ha demandado este martes al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ofrezca una disculpa a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Esta exigencia surge tras la revelación de audios en los que se nombra a Leire Díez, considerada por algunos como una “socialista patanegra”, en relación a supuestas incursiones para obtener información delicada sobre un alto mando de dicha unidad policial.

Respondendo a estas acusaciones, Marlaska acusó al PP de manipular las instituciones de seguridad del país. Reafirmó su compromiso desde que asumió el Ministerio del Interior en 2018, orientado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para devolver a esta área la “honorabilidad” que se había perdido en las etapas de quienes le precedieron, Jorge Fernández Díaz y Juan Ignacio Zoido, marcadas por la corrupción.

El ministro subrayó la importancia de reconocer a la Guardia Civil como un cuerpo compuesto por personas trabajadoras, enfatizando que su labor debería valorarse por mérito y capacidad, no por buscar agradar a los políticos. Estas declaraciones fueron en respuesta a Severiano Ángel Cuesta Alonso, senador del PP, quien lo había criticado anteriormente.

Cuesta, en su intervención, tildó a Marlaska de ser un “títere” al servicio de lo que describió como una “mafia”, sugiriendo que debería pedir disculpas no solo a la UCO, sino también a los jueces que están investigando a personas cercanas al presidente del Gobierno.

El ministro destacó que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil han ganado en respeto desde su llegada al poder, el 7 de junio de 2018, contrastando este momento con las administraciones anteriores del PP, que considera responsables de un periodo oscuro de corrupción y encubrimiento.

Marlaska resaltó los cambios positivos que se han implementado bajo su mandato, argumentando que ahora hay un liderazgo “progresista y gestor” en el Ministerio del Interior, a diferencia de los anteriores ministros que calificó como “fontaneros” del PP. Enfatizó que el PP es el que debería rendir cuentas por su legado, dejando claro que tardan en reconocer sus errores.

En su defensa, Marlaska también hizo hincapié en que su gestión dista por completo de episodios del pasado, como grabaciones que involucraban maniobras irregulares en Cataluña o instrucciones para eliminar evidencias que pudieran ser incriminatorias. Esta postura firme fue reforzada en una conferencia posterior, donde reiteró su “apoyo decidido” hacia la UCO y desmintió cualquier acusación de que su Gobierno hubiera culpará a esta unidad por las filtraciones de información confidencial.