En un esfuerzo por promover una política ambiental más sostenible, el PSOE ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) que busca reducir el uso de agua embotellada. Esta iniciativa se centra en fomentar la instalación de fuentes de agua potable y lanzar campañas que conciencien a la población sobre los peligros del plástico para el medio ambiente.

La PNL, que se discutirá en la Comisión de Derechos Sociales y Consumo del Congreso, subraya la amenaza que representan los microplásticos para los ecosistemas, tanto marinos como terrestres. Además, destaca cómo el elevado consumo de botellas de plástico perjudica la calidad del agua potable que obtenemos del grifo.

Para incentivar el uso de agua potable, los socialistas están proponiendo la instalación de fuentes en espacios públicos, áreas recreativas y puntos vitales de transporte. También sugieren que estas fuentes cuenten con sistemas para recargar botellas fabricadas de manera sostenible y a partir de materiales reciclados.

Adicionalmente, el partido político hace hincapié en la necesidad de lanzar campañas de información que educarán a la ciudadanía sobre las desventajas ambientales del agua embotellada. Se propone que se promueva el agua del grifo en restaurantes y durante festivales o actividades recreativas, enfatizando su calidad, coste y sostenibilidad.

Por otro lado, el PSOE está instando a todas las administraciones y a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) a implementar leyes y estrategias educativas que alienten un uso más responsable del agua y a disminuir la dependencia de envases.

En su propuesta, los parlamentarios socialistas mencionan que el consumo de agua envasada ha alcanzado cifras récord en España, alcanzando 8.426 millones de litros en el año 2023, según el Instituto Geológico y Minero. Este dato resalta la urgencia de promover alternativas más sostenibles en el consumo de agua.

En este contexto, el PSOE recuerda que el Real Decreto sobre envases y sus residuos establece que los establecimientos de restauración deben ofrecer la opción de agua del grifo a los consumidores y fija metas progresivas para la venta de agua en envases sostenibles, con el objetivo de alcanzar un 50% para 2035.