24h España.

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Encuesta revela que desinformación, crisis climática y economía son las mayores preocupaciones de los españoles.

Encuesta revela que desinformación, crisis climática y economía son las mayores preocupaciones de los españoles.

Un reciente estudio de Pew Research revela que, en el ámbito internacional, la crisis climática ha sido relegada a un cuarto lugar en la lista de preocupaciones globales, quedando detrás de temas como el terrorismo. Esta encuesta, que abarcó 25 países alrededor del mundo, pone de manifiesto las diversas percepciones sobre las amenazas más apremiantes que enfrentamos en la actualidad.

En España, la opinión de los ciudadanos es clara: un asombroso 73% identifica la difusión de información falsa como la principal amenaza, seguida muy de cerca por el cambio climático, que preocupa al 72% de los encuestados, y la situación económica mundial, mencionada por el 71%. La cercanía de estas cifras demuestra una inquietud generalizada por múltiples factores desestabilizadores que afectan la vida diaria.

Comparando con datos de 2022, la preocupación por la desinformación ha aumentado ligeramente, subiendo del 70% al 73%, mientras que el cambio climático también ha experimentado variaciones en la percepción pública. A medida que España lidia con devastadores incendios forestales, el debate sobre la crisis climática se vuelve aún más urgente, sobre todo al considerar que en 2013 apenas el 64% de los españoles veía este fenómeno como una amenaza importante.

La evolución de las opiniones es notable; tras alcanzar un pico del 89% en 2017, la percepción sobre la crisis climática ha fluctuado, con descensos desde 2020. En la actualidad, la percepción política divide aún más a la población: un 90% de los votantes de izquierda consideran el cambio climático una amenaza seria, en contraste con el 74% de los centristas y solo el 59% de los ciudadanos de derecha.

En cuanto a la percepción de la situación económica global, este tema ha mantenido una consistencia en los datos de Pew Research desde 2017. A pesar de un leve descenso durante 2018, el porcentaje volvió a incrementarse alcanzando el 76% en 2020, durante la pandemia, un porcentaje que se ha mantenido desde entonces.

Este análisis revela que, a nivel global, la desinformación es vista como la mayor amenaza para el 72% de los encuestados, y esta tendencia se repite en casi todos los países que participaron en el estudio, a excepción de Israel, donde el 89% considera que el terrorismo es la principal preocupación.

El contexto económico mundial, afectado por tensiones comerciales globales como las disputas arancelarias de la administración Trump y las repercusiones de la invasión de Ucrania, se señala como una amenaza por el 70% de los encuestados. Este porcentaje varía entre los países, alcanzando un pico del 85% en Grecia, mientras que en India desciende hasta un 49%.

La encuesta también destaca que las preocupaciones son más pronunciadas en países de renta media, donde la media alcanzó el 75%, comparado con el 65% de los países de renta alta, lo que quizás sugiere que los problemas económicos tienen un impacto más palpable en naciones en desarrollo.

Desde 2017, la percepción del riesgo económico ha crecido en 21 de los países encuestados, con incrementos notorios en naciones como Alemania, Canadá y Suecia, reflejando una creciente inquietud sobre la estabilidad económica en un mundo cambiante.

Finalmente, el terrorismo se posiciona como la tercera mayor preocupación global, mencionada por el 69% de los encuestados, cifra que coincide con la de España. Este tema también genera más inquietud en países con ingresos medio-bajos y entre los grupos demográficos más mayores o con inclinaciones políticas a la derecha.

En lo que respecta al cambio climático, este sigue siendo considerado una gran amenaza en el contexto global, con un 67% de los encuestados reconociéndolo, aunque se ha registrado un descenso en la importancia que se le concede en comparación con años anteriores, en especial en países de renta alta. La ideología política también influye fuertemente en cómo se percibe esta amenaza, siendo los liberales en EE. UU. los que más la reconocen, contrariamente a la limitada preocupación que muestran los conservadores.