Más de una de cada cuatro personas en España se encuentra actualmente en situación de riesgo de pobreza o exclusión social, una realidad alarmante que afecta al 25,8% de la población, según el último informe de Eurostat publicado este miércoles.

En el 2024, España ocupó el cuarto lugar en la Unión Europea en relación a la cantidad de personas en esta situación, retrocediendo un puesto en comparación con el año anterior. A pesar de que el porcentaje ha disminuido ligeramente desde el 26,5% en 2023, la cifra sigue siendo preocupante y por encima de la media establecida en el continente, que se sitúa en un 21%.

Este 25,8% representa a un notable número de ciudadanos que enfrentan la posibilidad de caer en la pobreza o que ya experimentan una exclusión social significativa. En total, esto equivale a unos 93,3 millones de personas en la UE que atraviesan circunstancias críticas, aunque el panorama parece haber mejorado levemente en comparación con el año anterior, cuando se informaba de un 21,3% de la población afectada.

La clasificación de riesgo pone a Bulgaria a la cabeza con un impactante 30,3%, seguido por Rumanía con un 27,9% y Grecia con un 26,9%. España, junto a Lituania, se mantiene en un preocupante 25,8%, lo que la coloca en el grupo de los países con mayor número de ciudadanos en riesgo, resaltando la necesidad urgente de políticas sociales efectivas.

Por el contrario, los países que presentan las tasas más bajas de riesgo de pobreza incluyen a Chequia (11,3%), Eslovenia (14,4%), Países Bajos (15,4%), Polonia (16,0%) e Irlanda (16,7%), lo que demuestra que hay ejemplos de éxito en la región en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

Las personas que se encuentran en esta situación grave enfrentan al menos uno de tres factores fundamentales: la amenaza de caer en la pobreza, la privación material severa o la baja intensidad laboral en sus hogares, lo que agrava aún más su situación y demanda atención inmediata por parte de las autoridades competentes.