Estudio de la DGT respalda bajar el límite de alcohol en la conducción y aboga por fortalecer los controles.
En un momento crucial para la seguridad vial en España, un reciente estudio encargado por la Dirección General de Tráfico (DGT) propone una drástica reducción de la tasa de alcoholemia permitida al volante, estableciéndola en 0,1 mg por litro de aire expelido, equivalente a 0,2 gramos en sangre. Este informe no solo respalda esta disminución, sino que también sugiere un conjunto de medidas adicionales, destacando la importancia de aumentar los controles de alcoholemia y aplicar sanciones más rigurosas frente al policonsumo de sustancias.
La investigación fue realizada por el Instituto de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universidad de Valencia, a solicitud de la DGT, y se presentó en una jornada sobre conducción y consumo de alcohol en la sede de tráfico. Esta cita se centra en la necesidad de mejorar la seguridad en las carreteras, abordando una problemática que afecta a miles de familias cada año.
El trabajo examina datos obtenidos de diversas fuentes oficiales, incluidas la base de datos ARENA de la DGT y el Instituto Nacional de Toxicología. Entre las recomendaciones, se proponen controles de alcoholemia más frecuentes y visibles en áreas urbanas, la implementación de pruebas que detecten tanto alcohol como drogas, así como intensificar campañas de concienciación y educación vial en autoescuelas y programas de reeducación para reincidentes.
Este informe se presenta en un contexto donde el Congreso discute una proposición de ley del PSOE que busca reducir la tasa de alcohol al volante de 0,5 a 0,2 gramos por litro. El director de la DGT, Pere Navarro, ha señalado que la entrada en vigor de esta medida dependerá de la decisión de los legisladores, pero enfatiza que el apoyo de municipios de pesos como Madrid y Barcelona respalda firmemente esta iniciativa.
El director de la DGT enfatizó un sentimiento de responsabilidad hacia las víctimas de accidentes relacionados con el alcohol, afirmando que la implementación de esta norma podría ser una forma de saldar una deuda moral con los afectados. Además, recordó que naciones reconocidas por su seguridad vial, como Suecia y Noruega, ya aplican normas similares, subrayando la necesidad de adoptar medidas más estrictas.
Ante la falta de un enfoque por una tasa de alcohol de 0,0, Navarro explicó que la Organización Mundial de la Salud desaconseja esta medida debido a que ciertos alimentos y medicamentos pueden generar niveles de alcohol en el organismo. Reiteró que el mensaje central debe ser claro: si consumes alcohol, no debes conducir. De hecho, propuso que un límite de 0,1 mg/l debería considerarse prácticamente como cero.
Por su parte, Luis Montoro, catedrático de seguridad vial de la Universidad de Valencia, presentó el estudio resaltando un preocupante legado de 100 años de muertes relacionadas con el alcohol al volante en España. La prevalencia de estos incidentes ha aumentado significativamente en los últimos años, especialmente tras la pandemia, con un alarmante 34% de los conductores fallecidos que dieron positivo en alcohol, cifra que asciende al 54% cuando se incluyen drogas y psicofármacos.
Montoro subrayó que la tasa actual de 0,5 gramos por litro puede aumentar el riesgo de accidentes de manera alarmante, justificando así la necesidad de revisar esta normativa que ha permanecido sin cambios durante casi tres décadas. Detalló que una tasa de 0,0 no es viable debido a la posibilidad de errores en la medición de alcohol por diversas razones, y llamó a implementar más controles en lugar de solo aumentar las sanciones.
Los investigadores coincidieron en que la percepción del riesgo y la probabilidad de ser sometido a un control tiene un impacto mucho mayor en el comportamiento de los conductores que las sanciones económicas. Montoro hizo hincapié en que una formación adecuada y la información sobre los riesgos asociados con el alcohol son clave para disminuir el problema, aunque se reconoció que siempre habrá un segmento de conductores que seguirán desafiando estas advertencias.
La jornada también contó con la participación de Antonio Avenoso, director ejecutivo del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, quien abogó por la claridad del mensaje contra la conducción bajo el efecto del alcohol. Según él, con esta nueva medida, España podría posicionarse como líder en seguridad vial en Europa, similar a modelos exitosos como los de Suecia y Noruega, ayudando así a salvar innumerables vidas.
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