La situación política en España se intensifica después de que la Audiencia Provincial de Badajoz ha decidido llevar a juicio a David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del presidente Pedro Sánchez, en un caso que envuelve acusaciones de prevaricación administrativa y tráfico de influencias. Este acontecimiento ha suscitado una reacción enérgica por parte de la oposición, que considera que la magnitud del caso debería tener consecuencias graves.

En este contexto, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se pronunció sobre la inusual naturaleza del procesado, señalando que el Gobierno parece querer normalizar algo que no debería serlo. A través de un mensaje en la red social ‘X’, Feijóo subrayó que es esencial mantener la vista crítica ante estos hechos. “No deberíamos acostumbrarnos a esto”, enfatizó, aludiendo a un clima de impunidad que podría interpretarse como una falta de transparencia del ejecutivo actual.

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Ester Muñoz, fue aún más allá, calificando la situación como “inaudita” y sugiriendo que en cualquier democracia avanzada, episodios de este tipo llevarían a cambios significativos en la cúpula del gobierno. Muñoz instó a que se ofrezcan explicaciones claras sobre el papel de la familia del presidente en cuestiones que involucran el uso de recursos públicos, criticando la falta de respuesta tanto del propio presidente como de su equipo.

“Los escándalos familiares del presidente están ahora en manos de la justicia”, afirmó Muñoz, quien advirtió que es "inconcebible" que no haya repercusiones inmediatas en el ámbito político por este tipo de informaciones. La legisladora agregó que esta situación solo fomenta la desconfianza entre los ciudadanos, quienes merecen claridad y responsabilidad por parte de sus líderes.

El secretario general del PP, Miguel Tellado, también se mostró contundente al calificar el procesamiento como un “escándalo sin precedentes”. En sus propias palabras, “lo único que Sánchez ha demostrado es su vínculo con la corrupción”. Tellado, además, se dirigió irónicamente a los asesores de comunicación del Gobierno, sugiriendo que su tarea se ha vuelto aún más compleja ante el creciente escándalo.

Desde el ala juvenil del PP, Nuevas Generaciones, decidieron recordar las palabras de Sánchez de 2014, cuando afirmó que cualquiera que estuviese involucrado en un juicio debería enfrentar serias consecuencias. Al señalar el apellido “Sánchez Castejón” en su mensaje, NNGG subrayó la ironía de la situación actual y cómo, quizás, esas palabras deberían aplicada a su propio contexto familiar.