En un entrañable relato sobre su nueva vida en Doha, Fernando Verdasco se muestra contento y pleno, disfrutando de la familia que ha creado junto a Ana Boyer y sus tres hijos: Miguel, Mateo y Martín. A raíz de su reciente retirada del tenis a finales de 2023, Verdasco ha viajado solo a España para ser el embajador de la nueva colección de zapatillas deportivas de Silbon, un evento que ha contado con el apoyo de sus hermanas, Sara y Ana Verdasco.

Verdasco reflexiona sobre su carrera deportiva, que ha sido notablemente extendida: "Nunca imaginé que jugaría hasta los 40. Ver a figuras como Feliciano López y Rafa Nadal también alargarse es un consuelo, pero la despedida del tenis es agridulce, ya que es un sacrificio que ha formado parte de mi vida." Reconoce que, a pesar de haber cerrado un capítulo, su amor por el tenis sigue intacto y ha estado involucrado en la formación de nuevos talentos.

Al hablar de su experiencia post-retirada, Verdasco comparte que “desde que dejé de jugar, he colaborado como entrenador". Sin embargo, este año decidió poner a su familia en primer lugar: “Elegí no viajar, priorizando el tiempo con mis hijos y disfrutando de nuestra vida en Doha. Pasar más tiempo con ellos es lo más importante para mí ahora."

El extenista destaca la felicidad de su familia en el Emirato: “Hemos hecho muchos amigos españoles y los niños están encantados, disfrutando del fútbol, tenis y pádel." Está claro que han encontrado su lugar en Doha y, por el momento, no tienen planes de regresar a Madrid de manera definitiva.

Aunque la distancia se siente, Verdasco asegura que “nunca estamos más de tres meses sin vernos." Describiendo los encuentros familiares, comparte sus planes: “Este agosto nos reunimos, y aunque venga por solo unos días, tengo programadas visitas familiares para mi cumpleaños y otras ocasiones. Gracias a la tecnología, la comunicación nunca ha sido tan fácil."

Abordando el tema familiar, Verdasco no puede evitar hablar de Isabel Preysler como abuela. Describe su relación con los nietos: "Es una abuela entregada, se desvive por ellos. La verás siempre allí, satisfecha con cada uno de sus deseos."

Con la publicación inminente de las memorias de Preysler, Verdasco expresa su interés: “Quiero leer su libro, será fascinante ver todo el esfuerzo que ha puesto en él." Asegura que la vida familiar en el mismo ámbito es enriquecedora y ha disfrutado mucho compartiendo momentos con ella mientras trabaja en su autobiografía.

Finalmente, sobre la posibilidad de que Preysler mencione a Mario Vargas Llosa en su libro, Verdasco se mantiene cauteloso: “No lo sé. Espero que todo le vaya excelente, dado el esfuerzo que ha invertido. Familias unidas son familias felices, y eso es lo que somos.” Su conexión es palpable y la proximidad emocional entre ellos es innegable.