La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha denegado la extradición de un hombre de nacionalidad española requerido por Reino Unido por un delito de robo con fuerza en las cosas, por el cual podría enfrentar una condena máxima de 10 años de prisión, incluyendo el robo del cepillo de la catedral londinense de San Pablo.

En la audiencia, el fiscal argumentó que los hechos están prescritos, ya que ocurrieron en el año 2013. El personal de seguridad de la catedral descubrió que dos cajas de donativos habían sido abiertas y se habían llevado dinero. También se encontró una sustancia roja similar a la sangre cerca del lugar y la puerta que daba al jardín situado en el sureste del edificio catedralicio estaba abierta, lo que normalmente estaba cerrada desde adentro.

El día siguiente, un empleado de la tienda de regalos de la catedral descubrió que faltaban piezas de joyería de plata y oro por un valor combinado estimado de 2.096 libras. La sangre hallada en el lugar del delito proporcionó la pista del ADN del ciudadano español acusado. El acusado ha reconocido ante la Audiencia Nacional que efectivamente perpetró el robo.

Tras su detención, se realizó un registro en su domicilio y se encontraron tres piezas de joyería en su dormitorio que fueron identificadas por el empleado de la tienda de regalos como parte de lo robado. Una vez en libertad provisional y pendiente de juicio, el hombre no se presentó para ser juzgado, y el Tribunal de la Corona emitió una orden de detención.

En la audiencia, el hombre ha admitido su culpa, pero ha dicho que no usó mucha fuerza en el robo y que ahora tiene trabajo y una vida por vivir. El fiscal ha insistido en la prescripción del delito y la solicitud de extradición ha sido rechazada ya que entre el delito y el dictado de la Orden Europea de Detención han transcurrido más de 7 años, excediendo el plazo de prescripción de 5 años previsto para este tipo de delitos en el artículo 131.1, párrafo cuarto del Código Penal.