VALÈNCIA, 13 de noviembre.

La planta de Ford en Almussafes, Valencia, ha decidido suspender su producción programada para la noche de este miércoles y para el jueves, en respuesta a las alertas meteorológicas que afectan a la región. La información fue confirmada por el sindicato UGT, el cual anunció que la actividad se reanudará el viernes en el turno de mañana.

Es relevante señalar que esta no es la primera interrupción que enfrenta la planta, ya que hace apenas dos semanas se vio obligada a detener su actividad debido a los estragos ocasionados por la DANA, que afectaron tanto a la industria como a las carreteras locales. Tras esa crisis, Ford había reactivado la producción de motores el lunes y de vehículos este miércoles, aunque limitándose únicamente al turno matutino. UGT ha aclarado que, a pesar de que la producción principal se haya restablecido solo durante las mañanas, algunas tareas de mantenimiento y actividades complementarias continúan realizándose en turnos nocturnos, los cuales han sido suspendidos en esta ocasión.

Con esta nueva suspensión de actividades, se prevé que la próxima semana la producción de vehículos y motores en la planta de Almussafes se realice nuevamente en un único turno matutino. Esta decisión responde a las complicaciones que han surgido para lograr un abastecimiento completo de piezas en la cadena de suministro, lo que ha dificultado el retorno a la normalidad en la producción.

Ante esta situación, Ford mantendrá en vigor el ERTE de fuerza mayor que la empresa ha solicitado, el cual ha sido aprobado por la Dirección General de Trabajo. Este ERTE permanecerá activo mientras se mantengan las circunstancias que impiden el regreso a la fabricación en régimen de dos turnos en la planta de vehículos.

El pasado miércoles, la dirección de Ford y el sindicato UGT llegaron a un acuerdo para implementar un ERTE en la fábrica de Almussafes con efectos retroactivos desde el 29 de octubre, el mismo día en que tuvo lugar la DANA, y que será efectivo hasta un máximo de 30 de noviembre. Esta medida busca mitigar el impacto de la crisis actual y asegurar la sostenibilidad del empleo en la planta frente a los desafíos que se presentan.