En una trágica jornada en el suburbio de Izbet al Jarad, ubicado en el este de Tulkarem, el Ejército israelí ha perdido de vista la línea entre la seguridad y la violencia, resultando en la muerte de dos palestinos y dejando a otros dos, incluyendo a un niño, con heridas que requieren tratamiento urgente.

De acuerdo con información proporcionada por fuentes locales a la agencia de noticias palestina WAFA, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dispararon y mataron a dos hombres de 38 años. Tras la operación, el Ejército retuvo los cuerpos, una práctica que ha generado preocupación y condena en diversos sectores de la sociedad.

La Media Luna Roja Palestina informó que un joven de 30 años fue atendido debido a una herida de bala en el hombro, mientras que un niño de solo dos años recibió atención médica por lesiones de metralla en la cabeza. Ambos fueron trasladados al Hospital Mártir Thabet, poniendo de manifiesto el grave impacto de los enfrentamientos en la población civil palestina, mayormente vulnerable y afectada por la violencia.

Los equipos de rescate encontraron a los heridos atrapados en una vivienda familiar, luego de que las fuerzas israelíes establecieran un cerco alrededor de la casa durante un periodo de dos horas. Este tipo de operaciones, que a menudo resultan en heridas o fallecimientos de civiles, continúan suscitando un debate acalorado sobre la ética de las tácticas empleadas en los enfrentamientos en la región.

Con esta reciente escalada de violencia, el número de palestinos que han perdido la vida a mano de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques de colonos se eleva a un lamentable total de 783, incluyendo 167 niños. Este aumento se produce en el contexto de la ofensiva militar de Israel en Gaza, que comenzó en respuesta a los ataques por parte de Hamás y otros grupos palestinos el 7 de octubre de 2023, dejando un saldo devastador de aproximadamente 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según cifras proporcionadas por las autoridades israelíes.