El líder de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha emitido un llamado en el Consejo de Seguridad de la ONU para poner fin a la devastadora guerra en Ucrania antes de que se produzca una escalada que pueda propagarse a otros países, profundizando las tensiones y divisiones a nivel global en un momento crítico para la comunidad internacional.

Desde la invasión de Ucrania hace dos años y medio, más de 11,000 civiles han perdido la vida. Guterres ha alertado sobre el riesgo de una escalada y propagación del conflicto si continúa en curso, lo cual tendría graves consecuencias a nivel regional y global, en un momento en que la cooperación y acción colectiva son más necesarias que nunca en un mundo convulso.

El secretario general ha expresado su optimismo en alcanzar la paz, a pesar de que las perspectivas parecen distantes, debido a los llamamientos crecientes al diálogo y los intercambios de prisioneros de guerra que se han llevado a cabo de manera constante.

De igual forma, ha alertado sobre las recientes declaraciones "incendiarias" y el aumento de los "incidentes en torno a emplazamientos nucleares", especialmente en Zaporiyia, bajo ocupación rusa, y en Kursk, en territorio ruso, resaltando la importancia del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en la seguridad de estas instalaciones nucleares.

Guterres ha instado a todas las partes a actuar con responsabilidad y evitar cualquier acción que pueda intensificar una situación ya volátil, condenando los ataques contra civiles y la infraestructura civil sin importar quién sea el responsable, y mostrando su preocupación por la seguridad, las necesidades humanitarias y los derechos humanos de las personas en zonas ocupadas.

El líder de la ONU ha criticado la "violación" del principio de respeto a la soberanía de los Estados miembros de la ONU, refiriéndose a la anexión "ilegal" de Crimea y la invasión de Ucrania por parte de Rusia, destacando el impacto devastador en la población civil, con un número creciente de víctimas, millones de personas desplazadas de sus hogares y ataques sistemáticos contra infraestructuras vitales, sumiendo a millones en la oscuridad a causa de cortes de electricidad y daños a la infraestructura.