El día de ayer se reveló que Irene Rosales, tras su separación de Kiko Rivera a finales de agosto, ha encontrado una nueva ilusión. La noticia fue traída a la luz por la periodista Lorena Vázquez en el programa 'Y ahora Sonsoles', quien presentó a Guillermo, un atractivo empresario sevillano que, al igual que Irene, también ha pasado por una reciente ruptura y es padre de un adolescente.

Aunque Irene ha querido mantener en secreto los detalles de su relación, se ha dado a conocer que estos dos se estarían conociendo desde hace un tiempo y que ya se les habría visto juntos en la playa de Huelva durante el mes de agosto. La influencer ha optado por no fijar un cronograma para su nueva historia de amor.

Durante su primera aparición ante los medios tras hacerse pública la noticia de su nueva relación, Irene fue cautelosa y se mostró evasiva cuando se le preguntó sobre Guillermo. Recordó que desde su separación también había sido vinculada a otras personas, afirmando con ironía que "agosto da para mucho, sois muy listos". Sin embargo, no pudo evitar confirmar que Guillermo es parte de su vida y pidió respeto por su intimidad.

“Es una persona anónima y es importante respetar su privacidad", dejó claro Irene al salir de casa para recoger a sus hijas. Al preguntarle sobre la posibilidad de que Guillermo deje de ser anónimo por su relación, reiteró que le preocupa que se hable de él, zanjando así el tema con firmeza: “Él no ha salido en ningún lado”.

Irene no oculta lo satisfecha que se siente en este capítulo de su vida, expresando que se encuentra “muy bien, disfrutando de mis niñas y del día a día”. Ante los rumores que apuntan a que Kiko podría estar molesto por su nueva faceta de soltera, se mostró rotunda, afirmando: "Eso es decir por decir... Eso es tirar piedras. No, no, para nada", dejando claro que su relación con su exmarido continúa en buenos términos.

No obstante, se negó a comentar sobre cómo ha tomado Kiko su nueva relación, afirmando: "no voy a contestar nada más respecto a alguien que no pertenece a esto, ¿vale?". De esta manera, Irene reafirmó su derecho a buscar la felicidad y a avanzar en su vida amorosa tras su separación.