Este 12 de octubre en Madrid, la Infanta Sofía ha resurgido como figura central durante la celebración del Día de la Hispanidad. Después de dos años de ausencia, motivada por sus estudios de bachillerato en Gales, la joven ha estado presente en este evento junto a su hermana, la Princesa Leonor. Un momento especial, no solo por su regreso, sino porque se ha presentado para debutar en el tradicional besamanos en el Palacio Real.

La Infanta, que ha alcanzado la mayoría de edad, se encuentra actualmente estudiando Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en Lisboa. Este año, el evento marca la primera vez desde 2020 que los cuatro miembros de la Familia Real se han reunido en el palco, un símbolo de unidad familiar y continuidad en la tradición.

En cuanto a su elección de vestuario, la Infanta optó por un look que, aunque sobrio, reflejó su personalidad con gran estilo. Su porte seguro y cómodo la ha destacado entre los asistentes, mostrando que la elegancia no siempre requiere ostentación.

En su llegada, Sofía lucía una impresionante capa negra que cubría en parte su atuendo, pero con el paso de los minutos, reveló un vestido corto de lunares en un hermoso tono negro. Este detalle aportó un aire femenino y contemporáneo a su presencia.

Su elección de calzado también se alineó con su estilo práctico; la Infanta Sofía llevó unas cómodas bailarinas destalonadas en negro, un recurso habitual que elige con frecuencia, especialmente en eventos en los que comparte espacio con su hermana. Tal vez, la notable diferencia de estatura entre ambas influye en su predilección por este tipo de calzado.