MADRID, 8 de enero. (CHANCE) - Los participantes de la nueva temporada de Gran Hermano Dúo han empezado a establecer sus dinámicas en la emblemática casa de Guadalix. En este contexto, José María Almoguera ha sido el primer concursante en enfrentarse a una de las etapas cruciales de su viaje en el reality, conocida como la ‘curva de la vida’. En el plató, la madre de José María, Carmen Borrego, no pudo evitar conmoverse mientras comentaba la situación de su hijo: "En los primeros días, incluso lloré, porque me dio la impresión de que estaba solo. Ahora le veo más a gusto, bromeando, y tengo la esperanza de que los demás puedan conocer su verdadera esencia. A pesar de todo, es una persona encantadora; conocer a José es dar con la nobleza."

Aunque ha habido un distanciamiento notable entre madre e hijo, Carmen expresó en el programa su felicidad por tener la oportunidad de verlo, diciendo: "He pasado tantos meses sin verle que reencontrarnos me llena de alegría. Intentar mantener una relación con tu hijo mientras está lejos es muy difícil, y las madres que hayan vivido esto lo entenderán." Comentó también sobre los retos que enfrentaría su hijo en el confinamiento: "José María es un padre excepcional y lo más duro para él será no poder ver a su hijo. Es muy cariñoso y, sinceramente, yo me derrito por él."

Durante la gala, José María se vio obligado a reflexionar sobre su vida, revisitando tanto sus momentos de felicidad como aquellos que le han dejado huellas profundas. Desde el plató, Carmen Borrego observaba cada palabra de su hijo en un estado de profunda emoción, incapaz de contener las lágrimas. "El divorcio de mis padres fue un golpe bajo, yo tenía solo cinco años y apenas tengo recuerdos. Es difícil entender cómo dos personas que se amaron lo suficiente como para traer a un niño al mundo deciden separarse; con el tiempo, llegué a asimilarlo," compartió José María.

No pudo evitar mencionar a su pareja y madre de su hijo, Paola Olmedo, con quien compartió: "El 14 de mayo me casé, completamente enamorado, convencido de que sería para siempre, pero no fue así. Gracias a ella, tengo a mi familia, y ese ha sido, sin duda, el mejor momento de mi vida, que sigue siendo mi hijo." Al hacer un recorrido emotivo por su vida, el joven también rememoró uno de los capítulos más dolorosos: la pérdida de sus dos abuelas, con quienes guardaba un lazo muy especial. "Perdí a mis dos abuelas, que fueron dos pilares fundamentales en mi vida. Estaba muy unido a ellas, las quería como a mis padres. Ellas siempre estaban ahí para mí, incluso en aquellos momentos en los que no las necesitaba. Después de eso, atravesé un divorcio que fue muy complicado; aunque ahora mantengo una buena relación conmi ex, aún fue duro," señaló José María.

Con una actitud optimista y llena de sueños para el año entrante, el nieto de María Teresa Campos dejó claro que busca una reconciliación familiar. "Estoy atravesando un momento lleno de proyectos, algunos ya cumplidos y otros aún por cumplir, como estar aquí. Quiero volver a reconectar con mi familia, con mi madre y con todos los que, por un periodo complicado, he tenido alejados," explicó José María durante este significativo momento. "Existen situaciones que no se pueden reparar, pero aspiro a retomar la relación que teníamos. Espero que el 2025 sea un año maravilloso y que todo lo vivido se convierta en un pequeño bache en el camino."

Cuando finalmente tuvo la oportunidad de mirarse a los ojos, madre e hijo compartieron una emotiva reunión, donde fue el joven quien se tomó un momento para agradecer a su madre por todo lo que hizo por él: "Gracias por todo, por la infancia y por cada instante. Espero que en 2025 las cosas sean diferentes."