MADRID, 14 de octubre -

En medio de las turbulencias familiares que han surgido tras el fallecimiento de Francisco de Paula de Borbón y Escasany, la esposa de Olivia de Borbón, Julián Porras, ha decidido romper el silencio en una reciente presentación de la Feria de Mayo de Madrid. Su respuesta, marcada por la tensión de la situación, invita a la reflexión: "No tengo dudas de que eventualmente hablaré. Esto atañe a Olivia, a su familia y a sus derechos, y en este asunto no tengo nada que decir", sostuvo a los micrófonos de Europa Press.

Julián, consciente de la situación delicada que atraviesa su esposa, optó por ser cauteloso en su declaración, aunque aseguró: "Olivia es una persona íntegra y, lamentablemente, a veces no está rodeada de las personas adecuadas. Sin embargo, eso no siempre depende de lazos de sangre; hay quienes, a pesar de no ser familiares, pueden resultar incluso más perjudiciales." En momentos difíciles, su compromiso hacia Olivia es inquebrantable: "Estoy aquí para respaldarla en todo. Ella no ha hecho nada incorrecto. Ha estado al lado de su padre desde que se enfermó hasta el final, siendo una madre y una hija ejemplar", enfatizó.

A pesar de que la relación entre Olivia y su hermano Francisco parecía armónica, la muerte de su padre ha sacado a la luz significativas diferencias. Después de organizar funerales separados para honrar la memoria del fallecido, Olivia decidió solicitar el título nobiliario de su padre a través del BOE. Aunque como primogénita le correspondería naturalmente este derecho, diversas informaciones sugieren que el difunto Francisco prefería que su hijo heredara el título. Mientras tanto, Francisco de Borbón se enteró a través de los medios de este nuevo paso que su hermana daba sin consultarle previamente.