24h España.

24h España.

La AN procesa esta semana a cuatro etarras por el intento de asesinato de dos periodistas en 2000.

La AN procesa esta semana a cuatro etarras por el intento de asesinato de dos periodistas en 2000.

La Audiencia Nacional inició este lunes el juicio contra cuatro antiguos miembros de la organización terrorista ETA, quienes están acusados de un intento de asesinato que tuvo lugar en el año 2000. El ataque se dirigió contra la pareja de periodistas Aurora Intxausti y Juan Palomo, y se llevó a cabo mediante la colocación de una bomba en la entrada de su hogar, donde también se encontraba su hijo, de apenas un año y medio.

La Fiscalía, según informa Europa Press, ha solicitado al tribunal una pena de 74 años y 4 meses de prisión para cada uno de los acusados: Patxi Xabier Macazaga, Jon Zubiaurre, Imanol Miner y Asier García. Esta petición incluye un límite de cumplimiento efectivo de 30 años y se basa en la calificación de tres delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa, así como un delito de estragos.

De acuerdo con el Ministerio Público, el llamado 'comando Gaua' de ETA llevó a cabo un seguimiento exhaustivo para identificar y confirmar el domicilio de Intxausti y Palomo. La investigación incluyó una evaluación de la viabilidad de colocar un artefacto explosivo en el umbral de su puerta, con el objetivo manifiesto de acabar con sus vidas y causar daños materiales al inmueble.

El fiscal señala que la orden para llevar a cabo esta labor de investigación y posteriormente ejecutar el atentado provino del propio Macazaga, conocido también por su apodo 'Txema', quien también enfrente cargos en este proceso judicial.

Los hechos ocurrieron el 10 de noviembre de 2000, cuando alrededor de las 08:00 horas, Palomo abrió la puerta de su casa para ir a trabajar. En ese momento, escuchó un estallido similar al de un petardo y vio una planta de helecho grande colocada sobre el felpudo. Al notar la situación, rápidamente instruyó a su esposa y a su hijo, que estaban a punto de salir con él, a que volvieran al interior, buscando refugio en la parte más alejada de la puerta.

La Fiscalía describe el explosivo como un artefacto de iniciación eléctrica que contaba con un mecanismo de trampa activado al abrir la puerta. Este artefacto estaba compuesto por 2,3 kilos de un explosivo industrial, y tanto la carga como la metralla estaban escondidas dentro de una cacerola metálica que a su vez se hallaba en la parte interior de una maceta de plástico verde.

Además, se indica que el sistema de alarma de puertas estaba fijado con adhesivo de doble cara, lo que aseguraba que al abrir la puerta, el mecanismo de iniciación eléctrica se activara adecuadamente. No obstante, cabe mencionar que, afortunadamente, la deflagración no logró activar el detonador del explosivo industrial.

La Fiscalía concluye subrayando que, de haberse producido la activación del explosivo en el instante que los moradores abrieran la puerta, el resultado habría sido devastador, con consecuencias fatales para todos los miembros de la familia.