En su intervención en el juicio contra Rodrigo Rato, la abogada María Massó ha defendido la inocencia del exministro, calificando la causa en su contra como un "castillo de naipes" construido sobre acusaciones arbitrarias. Massó ha denunciado que se ha vivido "un juicio al revés", donde la presunción de culpabilidad ha primado sobre la presunción de inocencia.

Massó ha criticado las acusaciones de la Fiscalía, señalando que se basan en teorías criminales más propias de una denuncia que de la demostración de una conducta delictiva. Asimismo, ha cuestionado las imputaciones de renta inciertas y los alzamientos de bienes inventados que se han utilizado en su contra, remarcando que estos "castillos de naipes caen fácilmente".

En cuanto a la residencia fiscal de Rato durante su etapa en el Fondo Monetario Internacional, Massó ha afirmado que no podía ser residente en España según la normativa española, lo que implicaría que no habría habido defraudación tributaria en los años 2005, 2006 y 2007. Por lo tanto, ha argumentado que la acusación de 11 delitos fiscales perdería validez por prescripción.

Por otro lado, la abogada ha mencionado la regularización voluntaria de Rato en 2012 a través de la amnistía fiscal, destacando que esto habría borrado cualquier delito relacionado con rentas no prescritas. En este sentido, Massó ha defendido que su cliente no tiene ninguna culpa que pueda ser imputada.