
La crisis humanitaria que atraviesa Gaza ha sido declarada oficialmente como hambruna, convirtiéndose en un gravísimo llamado de atención sobre la situación actual. Este delicado estado ha sido confirmado por la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria, respaldada por Naciones Unidas.
Un reciente informe de la Comisión de Revisión de la Hambruna indica que Gaza ha alcanzado la fase 5 de su clasificación, un nivel que evidencia la extrema falta de acceso a alimentos y agua potable, así como un desplazamiento masivo de personas y un preocupante aumento en la tasa de mortalidad.
Este informe subraya que la hambruna es "creada por el hombre" y, por lo tanto, revertible. La necesidad de acción inmediata es crucial. Cualquier demora en la entrega de asistencia podría resultar en un aumento inaceptable de muertes relacionadas con la falta de alimento.
Según las proyecciones de la ONU, la situación podría empeorar en otras áreas del enclave palestino, como Deir al Balá y Jan Yunis. Existe un claro riesgo de intensificación de la inseguridad alimentaria a medida que continúa la ofensiva israelí, que ha cobrado la vida de cerca de 62,200 personas en un lapso de menos de dos años.
La ONU ha sido clara en su advertencia: sin un alto el fuego efectivo, la ayuda no podrá llegar a los necesitados en Gaza, lo que incrementará considerablemente la mortalidad.
Los datos son alarmantes, ya que más del 20 por ciento de los hogares en Gaza enfrentan un acceso limitado a alimentos, y más del 30 por ciento de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición aguda.
António Guterres, secretario general de la ONU, ha enfatizado que la población palestina vive un verdadero "infierno" en Gaza, y ha calificado la situación como un "fracaso para la humanidad". La hambruna, ha señalado, no es solo un problema de alimentos, sino un colapso sistemático de los elementos esenciales para la supervivencia humana.
Guterres ha transmitido un mensaje urgente: "Las personas están muriendo de hambre, y las comunidades más vulnerables son las que sufren las consecuencias. Israel, como potencia ocupadora, tiene la responsabilidad de asegurar la distribución de alimentos y medicinas a la población local. No podemos continuar en esta senda de inacción".
En un tono de urgencia, Guterres ha instado a poner fin a las justificaciones. "Es el momento de actuar. Necesitamos un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes y un acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria para todos los afectados", concluyó.
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