BRUSELAS, 23 de octubre.

En una decisión que marca un nuevo rumbo en su política exterior, los líderes de la Unión Europea se han reunido hoy para encargar a la Comisión Europea la rápida elaboración de un marco legal que permita utilizar los activos rusos congelados dentro del territorio europeo para financiar los esfuerzos bélicos de Ucrania.

Tras la cumbre, los jefes de Estado y de Gobierno, con la notable ausencia de Hungría que se resiste a apoyar abiertamente a Ucrania, han instado al Ejecutivo comunitario a presentar a la mayor brevedad posible varias alternativas para garantizar el apoyo financiero que necesita Kiev, en base a un exhaustivo análisis de sus necesidades económicas.

Los líderes europeos subrayaron que los activos rusos quedarán en un estado de congelación hasta que Rusia cese su agresión militar y compense a Ucrania por los daños ocasionados, según consta en las conclusiones de la cumbre.

Con esta iniciativa, la UE pretende avanzar en la discusión sobre este tema en el próximo Consejo Europeo, con la esperanza de implementar esta medida antes de que finalice el año y que los fondos comiencen a fluir hacia Ucrania a principios de 2024.

Fuentes cercanas al proceso han indicado que existe una clara voluntad política para seguir adelante, después de despejar las inquietudes que expresó Bélgica, país que alberga la mayoría de los activos estatales congelados en la entidad financiera Euroclear.

El primer ministro belga, Bart De Wever, llegó a la cumbre demandando garantías legales y una "mutualización total del riesgo", resaltando la necesidad de un esfuerzo comunitario y solidario ante la situación del país.

De Wever también marcó la importancia de este paso, comparándolo con el manejo de los activos durante la Segunda Guerra Mundial, donde nunca se tocaron los bienes congelados, enfatizando así la magnitud de la decisión que está por tomar la UE.