El reconocido arquitecto chino Liu Jiakun, originario de Chengdu, ha sido honrado con el prestigioso Premio Pritzker de Arquitectura 2025, un galardón que celebra su “obra destacada, caracterizada por una profunda coherencia y calidad constante”. Este reconocimiento se otorga a aquellos que, como Liu, transforman el paisaje arquitectónico al imaginar y construir entornos innovadores sin limitaciones estéticas.
A sus 54 años, Liu Jiakun es el fundador de Jiakun Architecture, una firma que estableció en 1999 y que se ha convertido en un referente en el ámbito arquitectónico contemporáneo. Aunque su carrera se ha desarrollado principalmente en su ciudad natal, Chengdu, esta primavera será homenajeado en una ceremonia en Abu Dabi, además de una celebración virtual programada para el otoño, donde el mundo podrá rendir tributo a su visión arquitectónica.
La trayectoria de Liu abarca más de cuarenta años y se compone de más de treinta proyectos que incluyen instituciones académicas, espacios cívicos y diseños urbanos en todo China. Algunas de sus obras más emblemáticas incluyen el Museo de los Relojes en Chengdu, el nuevo campus del Instituto de Bellas Artes de Sichuan en Chongqing y el innovador Barrio Cultural de Songyang en Lishui, que demuestran su compromiso con la calidad y la sensibilidad cultural.
El jurado del Pritzker destacó que Liu no se adhiere a un estilo fijo, sino que más bien desarrolla una estrategia que se adapta a las particularidades de cada proyecto. Esta flexibilidad le permite reinterpretar las realidades contemporáneas y a menudo ofrecer visiones completamente renovadas de la vida urbana y cotidiana. Tal cual, se afirma que la sabiduría y el sentido común son sus herramientas más valiosas en el diseño.
Su obra se caracteriza por entrelazar conceptos aparentemente opuestos como utopía y realidad, historia y modernidad, así como colectivismo e individualidad. Liu crea espacios que no solo son arquitectónicos, sino que celebran la vida de la comunidad, al mismo tiempo que promueven la conexión emocional y la comprensión entre los ciudadanos, cimentando así un sentido de pertenencia a través de su entorno construido.
Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, subrayó que el trabajo de Liu no solo mejora la vida a través de la arquitectura, sino que también fomenta conexiones que unen a las comunidades: “Hay una sabiduría intrínseca en su diseño, que trasciende la superficie para revelar la simbiosis entre historia, materiales y naturaleza”.
El jurado también resaltó la forma en que Liu rinde tributo a la cultura y la historia a través de sus construcciones, que evocan sentimientos de familiaridad mediante una interpretación moderna de la arquitectura clásica china. Sus diseños incorporan elementos naturales, permitiendo que la vegetación local crezca entre sus estructuras, lo que reafirma su compromiso con un entorno urbano sostenible y revitalizado.
El presidente del jurado y ganador del Pritzker en 2016, Alejandro Aravena, observó que, mientras muchas ciudades tienden a separar las funciones urbanas, Liu adopta una visión inclusiva que busca integrar todos los aspectos de la vida urbana. “Su enfoque ofrece valiosas lecciones sobre cómo afrontar los desafíos de un mundo cada vez más urbanizado”, aseguró Aravena.
Además, el fallo destacó que Liu ha logrado crear espacios públicos en ciudades densamente pobladas, donde el área disponible es a menudo limitada. Al diversificar las tipologías de sus proyectos, redefine el papel de los espacios cívicos, atendiendo las diversas necesidades de una sociedad rica en matices.
“La arquitectura debe revelar algo esencial: destilar y hacer visible las cualidades inherentes de la comunidad local. Posee el poder de influir en el comportamiento humano, creando atmósferas que fomentan la serenidad y la poesía, evocando empatía y cultivando un sentido de comunidad compartida”, concluyó Liu, reflejando su profunda filosofía sobre el diseño y su impacto en la sociedad.
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