Roma se encuentra en un momento decisivo con la elección de León XIV como nuevo Papa, y el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha expresado su esperanza en que esta nueva etapa se caracterice por una colaboración más intensa con figuras políticas como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Omella sugiere que este vínculo podría convertirse en un medio efectivo para fomentar la paz y la justicia social a nivel global.

Durante una reciente rueda de prensa, Omella comentó sobre el Cónclave, donde participó por primera vez y compartió su reflexión personal. Aunque el proceso fue breve, ya que el nuevo Papa fue elegido en el segundo día, el cardenal sentía el peso de la responsabilidad, recordando la película "Las sandalias del pescador" y sintiendo una mezcla de emoción y reverencia mientras entraba en la Capilla Sixtina.

En sus reflexiones, el arzobispo también abordó el tema de la incomunicación durante el Cónclave. Sin acceso a teléfonos y medios de comunicación, pudo conectar rápidamente con el mundo exterior al salir, y resaltó que los resultados debían atribuírsele al "Espíritu Santo", más que a las especulaciones de los medios de comunicación.

Omella destacó la sencillez y humildad de León XIV, resaltando su capacidad al comunicarse de manera accesible y clara. Además, mencionó su fuerte conexión con España, sugiriendo la posibilidad de futuras visitas a Cataluña en el contexto de importantes celebraciones, como el milenario de Montserrat o la canonización de Antonio Gaudí.

La expectativa en torno a la relación entre León XIV y Trump es considerable. Según Omella, la posibilidad de una comunicación más fluida entre ambos podría ser fundamental para facilitar el diálogo y construir puentes hacia la paz. Afirmó que la Iglesia ha sido mediadora en conflictos pasados, y existe la esperanza de que esta nueva colaboración continúe en esa línea.

Finalmente, el cardenal subrayó que aunque León XIV tomará las riendas de la Iglesia, él se unirá a una trayectoria ya establecida hacia una Iglesia sinodal y evangélica, una que busca brindar esperanza y respuestas a los desafíos del mundo contemporáneo. Se abre así un nuevo capítulo en el liderazgo papal que promete un enfoque renovado hacia los problemas globales actuales.