24h España.

24h España.

"Los Moriarti desatan el diálogo sobre sexualidad en la tercera edad: 'El deseo perdura hasta el final'"

MADRID, 21 de septiembre — Este domingo, durante el Festival de San Sebastián, los cineastas Aitor Arregi y José María Goenaga quienes forman parte de la innovadora productora Moriarti, revelarán su más reciente obra: 'Maspalomas'. Esta película se adentra en las complejidades de la homosexualidad y el deseo sexual en la vejez, desafiando los tabúes que rodean la sexualidad en la tercera edad.

En una conversación con Europa Press, Goenaga enfatizó: "El deseo sexual persiste hasta el último aliento. Sin embargo, muchos en nuestra sociedad creen erróneamente que el sexo es algo que se extingue al llegar a cierta edad". Esta declaración pone de manifiesto la necesidad de visibilizar una realidad que, si bien es obvia, a menudo se silencia.

Al ser cuestionado sobre la escasa representación de la sexualidad en la vejez dentro del cine español, el director comentó que podría haber una percepción equivocada ligada a la libido. "La falta de representación se debe, en parte, a que algunos simplemente no sienten un deseo activo, y eso puede influir en cómo la sociedad percibe estos temas", añadió.

Goenaga también abordó la tarea crucial de cambiar la mentalidad colectiva, animando a que las personas comprendan que es posible llevar una vida sexual plena en consonancia con sus sentimientos, sin que factores externos les inhiban. "Todavía hay mucho que hacer para que se reconozca el derecho a la sexualidad a cualquier edad", subrayó.

'Maspalomas' narra la historia de Vicente, un hombre homosexual de 76 años, encarnado por José Ramón Soroiz, que recae en el armario al residir en una casa de retiro y tras el reencuentro con su hija, a quien abandonó hace 25 años, interpretada por Nagore Aranburu. Esta narrativa toca un tema delicado y relevante en la actualidad en nuestras sociedades.

Los realizadores crean un paralelo entre "dos mundos": el desconocido para muchos que Vicente disfruta en Maspalomas, y la vida en la residencia, que se complica con la llegada de la pandemia. "Vicente vive libre y feliz en Maspalomas, pero al mismo tiempo se siente atrapado cuando no puede disfrutar de esa libertad en la residencia", explicó Arregi, resaltando su dualidad.

La película también se adentra en las necesidades de los residentes de estas instituciones. Goenaga contó que se sumergieron en la realidad de estos espacios a través de entrevistas con el personal, quienes les compartieron que "las personas mayores suelen desafiar las normas establecidas".

Relató una anécdota impactante sobre la gestión de los deseos sexuales de los residentes. “Nos contaban que a veces, se planteaba en reuniones si comprar un juguete sexual para un residente que estaba utilizando algo poco higiénico. Es fundamental que estos temas se discutan abiertamente y se normalicen”, apuntó, subrayando la relevancia de tales conversaciones.

Asimismo, Goenaga expresó su asombro por el vínculo entre una pareja de enfermos de Alzheimer en una residencia que, a pesar de su deterioro cognitivo, se buscaban todos los días. “A pesar de sus condiciones, su pasión se manifestaba sin reparos. Ella sufrió una fractura que la apartó durante meses, pero al regresar, se reencontraron inmediatamente. Esto ilustra una conexión profunda que trasciende la razón y persiste hasta el final de la vida”, concluyó.