En un vibrante inicio del Campeonato de Europa de atletismo por selecciones que tuvo lugar en Madrid, los pertiguistas españoles Mònica Clemente y Juan Luis Bravo lograron destacar en sus respectivas competiciones, presentando un rendimiento que aporta al orgullo nacional. El evento se celebró en la espectacular Plaza de Oriente, con el majestuoso Palacio Real como telón de fondo, creando una atmósfera inigualable.

Mònica Clemente, quien llegaba a esta competencia con una mejor marca de 4,26 m, se posicionó como la decimosegunda de un grupo de 16 atletas. A pesar de ser una de las menos favorecidas en cuanto a expectativa, comenzó con gran determinación midiendo su fuerza en el Grupo B y logró superar alturas de 3,80 m, 4,00 m y 4,15 m sin ningún contratiempo, lo que enardeció a los espectadores.

Sin embargo, enfrentó un pequeño tropiezo en su primer intento de 4,30 m, aunque en el segundo, logró superarlo, rompiendo su récord de la temporada. Aunque la altura de 4,45 m, que le habría permitido igualar su marca personal de 2018, se le escapó en sus intentos subsiguientes, su esfuerzo la posicionó en el décimo lugar general, sumando valiosos siete puntos para la delegación española. La jornada también evidenció la eliminación de la francesa Marie-Julie Bonnin y la ausencia de la portuguesa Catia Pereira debido a una lesión.

En la competición masculina, Juan Luis Bravo mostró confianza al comenzar su participación desde 5,10 m, donde superó la altura sin dificultades. Hizo lo mismo en 5,30 m, pero fue en 5,45 m donde no tuvo suerte, experimentando una caída que lo llevó a perder el control de su pértiga. A pesar de este traspié, Bravo se recuperó rápidamente y asistió a un tercer intento que culminó exitosamente, saltando 5,60 m en su primer intento y ganando la ovación del público presente, lo que le valió pasar del undécimo al cuarto lugar temporalmente.

En un desenlace emocionante, donde otros competidores también se encontraban en la lucha, el neerlandés Menno Vloon se coronó campeón con un salto de 5,80 m. Bravo finalizó en séptima posición con su marca de 5,60 m, contribuyendo a que el equipo español se situara en novena posición provisional en este comienzo del europeo, lo que demuestra el potencial y la competencia de los atletas nacionales en eventos internacionales.