Los incidentes de este tipo han ido al alza en medio de los llamamientos al boicot por el apoyo de Washington a Israel

MADRID, 4 Jun.

La capital de Irak, Bagdad, fue escenario de un ataque por parte de manifestantes que provocó el cierre de dos restaurantes de la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC), una empresa estadounidense, como parte de las protestas contra el respaldo de Washington a Israel.

Según fuentes de seguridad citadas por la cadena de televisión iraquí Al Sumaria, "jóvenes manifestantes han cerrado dos restaurantes de KFC en la calle Palestina de Bagdad". Por el momento, no se han reportado daños materiales.

Ante esta situación, las fuerzas de seguridad han reforzado las medidas en la zona de Rusafa como medida de prevención, en medio de las convocatorias en redes sociales para atacar empresas y otros intereses estadounidenses en el país debido a la ofensiva militar de Israel en Gaza.

Según informes de la cadena de televisión kurda Rudaw, algunos de los manifestantes estaban armados y llevaron a cabo el asalto a los restaurantes. Las autoridades iraquíes no han emitido comentarios sobre el incidente ni se sabe si hay personas detenidas.

Este caso es el segundo ataque de este tipo contra establecimientos de KFC, después de otro incidente a finales de mayo donde dos sospechosos lanzaron un artefacto explosivo casero contra uno de los locales en la misma calle Palestina.

Tan solo unos días después, las oficinas de la empresa Caterpillar y el Instituto Cambridge, ambos ubicados también en la calle Palestina, fueron blanco de un ataque con granadas aturdidoras que no causaron víctimas ni daños materiales.

Estos actos forman parte de los llamamientos al boicot y la agresión contra empresas de Estados Unidos debido a la ofensiva de Israel en Gaza, desencadenada tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por Hamás y otras facciones palestinas contra territorio israelí, que dejaron alrededor de 1.200 muertos y 240 secuestrados.

Según cifras proporcionadas por las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, la ofensiva israelí ha cobrado la vida de cerca de 36.500 palestinos hasta la fecha, además de aproximadamente 520 palestinos fallecidos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y colonos desde el 7 de octubre en Cisjordania y Jerusalén Este.