La ciudad de Madrid encabeza la lista de arrestos con 24, seguida de Barcelona y Huelva, cada una con 7 arrestos.

La Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han realizado una operación conjunta que ha llevado a la detención de 64 personas y la interceptación de 136 documentos falsos. Estos documentos incluyen permisos de conducir, pasaportes y documentos de identificación, todos con nacionalidad europea para poder circular por territorio Schengen sin dificultad. Los documentos eran vendidos por entre 1.000 y 3.000 euros en redes sociales. La Policía ha declarado que los arrestados se les imputan delitos de contrabando, falsedad documental, y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros por favorecer la inmigración irregular.

Los arrestos se llevaron a cabo en diferentes ciudades de España: Madrid (24), Huelva (7), Barcelona (7), Granada (5), Alicante (4), Las Palmas (4), Santa Cruz de Tenerife (2), Cádiz (2), Melilla (2), León (2), Almería (1), Pontevedra (1), Córdoba (1), Lugo (1) y Jaén (1).

La investigación se inició por el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria durante sus controles sobre envíos de paquetería provenientes del extranjero, que habían sido seleccionados mediante técnicas de análisis de riesgos. Los funcionarios detectaron envíos con documentación falsificada, por lo que contactaron con el Punto Atenas de la Policía Nacional para verificar la falsificación de los documentos interceptados.

Se comprobaron diferentes tipos de documentos falsificados, incluyendo identificaciones, pasaportes y licencias de conducir con distintas nacionalidades europeas para poder circular por el espacio Schengen sin complicaciones. Se detectaron en total 136 documentos con un alto nivel de profesionalización.

Además, se descubrió que los compradores de los documentos falsos se ponían en contacto con los falsificadores extranjeros a través de redes sociales y mensajería instantánea. Allí acordaban el precio del documento que necesitaban y la fecha de envío del mismo a España. Los pasaportes que contaban con sellos de frontera tenían un mayor costo por aparentar una mayor credibilidad a los mismos en los pasos fronterizos. Debido a esto, el precio de los documentos falsificados variaba entre 1.000 y 3.000 euros.