Las clarisas de Belorado y Orduña han tomado una decisión valiente y desafiante al anunciar su salida de la Iglesia Conciliar, debido a la supuesta "persecución" que han estado enfrentando. Según el Diario de Burgos, las religiosas han expresado que se sienten obstaculizadas y bloqueadas por Roma, que se niega a otorgarles la licencia de venta del convento de Derio y parece tener la intención de quedarse con sus propiedades.

En una carta firmada por la madre abadesa sor Isabel de la Trinidad, en representación de todas las hermanas de la Orden de Hermanas Pobres de Santa Clara, se acusa a Roma de no permitirles cumplir con los pagos del Monasterio de Orduña y de rescindir un contrato de compraventa de manera unilateral y repentina después de tres años de colaboración.