MADRID, 21 de octubre (CHANCE) - La historia política de Francia ha dado un giro inesperado hoy con la entrada en prisión del expresidente Nicolas Sarkozy. El exmandatario ha sido condenado a cinco años tras ser hallado culpable de recibir financiamiento ilegal durante su campaña presidencial de 2007, presuntamente por parte del regime libio de Muamar Gadafi. Este hecho marca un hito en la historia reciente, ya que se convierte en el primer exjefe de estado de Francia y de la Unión Europea en enfrentarse a una pena de prisión.

Con una actitud serena y el respaldo de su familia, incluyendo a su esposa Carla Bruni y su hija de 14 años Giulia, Sarkozy dejó su hogar en Villa Montmorency pasadas las 9:15 horas. Su camino hacia la prisión parisina de La Santé estuvo marcado por la presencia de cientos de simpatizantes que se agruparon en los alrededores, expresando su apoyo en este momento crítico de su vida.

A pesar de que su condena fue emitida hace un mes, el exlíder francés ha apelado el veredicto; no obstante, el juez ha considerado necesario que inicie su pena de inmediato. Sus defensores han manifestado su intención de solicitar una libertad provisional, argumentando que sería excesivo que pasara incluso una sola noche tras las rejas mientras se revisa su caso en una segunda instancia.

Sarkozy ha mantenido su inocencia a lo largo de todo este proceso, denunciando lo que él califica como una cacería política en su contra. En una declaración difundida a través de sus redes sociales, reafirmó su defensa, añadiendo que esta situación representa más que su situación personal, sino un ataque a la integridad del país. Carla Bruni, visiblemente emocionada, compartió el mensaje de su esposo en las redes tras despedirse de él momentos antes de su ingreso a prisión.

El ex presidente declara: “Al prepararme para entrar en la prisión de La Santé, quiero dirigirme a todos los franceses. No soy solo un expresidente encarcelado, soy un hombre que ha sido injustamente tratado”, expresó Sarkozy, lamentando sentirse como una víctima de un “escándalo judicial” que se remonta más de diez años atrás.

Según su versión, la causa que lo ha llevado a esta situación surge de un documento falsificado y se reduce a “un caso de financiación ilegal sin fondos”. Sin embargo, ha instado a la población a no sentir compasión por él, sino por la nación que, en sus palabras, se encuentra expuesta a una "venganza" sin precedentes. “La verdad triunfará, pero el costo será devastador”, concluyó.