El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha revelado hoy su intención de iniciar el procedimiento para clasificar como organización terrorista al movimiento antifascista, un paso que sigue la controversial decisión de la administración del expresidente estadounidense Donald Trump.

En una entrevista emitida por la radio Kossuth, Orbán expresó su apoyo a la acción de su contraparte estadounidense, afirmando que “Antifa es, en efecto, una organización terrorista”. El líder húngaro argumentó que es el momento de adoptar una postura similar en su país, imitando el enfoque de Estados Unidos hacia este movimiento.

Orbán hizo mención a la detención de Ilaria Salis, quien fue arrestada durante una contraprotesta en Budapest en 2023, donde se produjeron violentos enfrentamientos entre manifestantes de diferentes ideologías políticas. Aunque en un momento se le amenazó con una dura sentencia, Salis logró ser elegida eurodiputada en junio de 2024, lo que le otorgó inmunidad y la llevó a la libertad.

El primer ministro húngaro criticó que aquellos que vinieron a Hungría para agredir a civiles, a quienes describió como golpeados gravemente, ahora se encuentran en el Parlamento Europeo impartiendo lecciones sobre el Estado de Derecho. “¡Enhorabuena!”, comentó sarcásticamente, evidenciando su desdén hacia la postura de algunos líderes de izquierda.

A pesar de las afirmaciones de Orbán, es importante destacar que el movimiento antifascista no constituye una organización formal con una estructura legal definida, sino que representa una amplia variedad de individuos que se oponen al fascismo, el racismo y la xenofobia.